BIOGRAFÍA

MILEI

ERNESTO TENEMBAUM

(Planeta - Buenos Aires)

La biografía de Ernesto Tenembaum nos ayuda a entender cómo llegamos hasta acá. En el recorrido por la vida de Javier Milei, el autor se detiene en hitos de su itinerario hacia el poder y en aspectos de su personalidad en los que podemos identificar posibles causas de las decisiones que tomó y de las que puede tomar.

Nace una estrella

Un primer hito se produjo en la medianoche del 27 de julio de 2016. Días antes, en una parrilla, el economista Guillermo Nielsen se encontró con el conductor Alejandro Fantino, y le presentó a Milei. “Invitalo al programa, la rompe”, le dijo Nielsen. Cuando Milei llegó al programa, en esa medianoche de julio, la medición de audiencia arrojaba 2 puntos. Minutos después de su aparición en pantalla, el rating trepó a 5. Al día siguiente, volvió y subió a 6. Lo invitaron a otro programa del canal y llegaron a 9.

Fútbol y sicología: Milei, un presidente desnudo que busca las culpas afuera

Milei es un producto televisivo amplificado por las redes. Fue en la televisión donde, a través de distintas intervenciones, expuso su singular vida privada. También fue allí donde se desarrolló una parte relevante de su vida afectiva. Contó pormenores de su relación con la cantante Daniela. Conoció a Fátima Flórez en el programa de Mirta Legrand. Y a su actual novia, Yuyito González, en una entrevista televisiva. La televisión fue también el ámbito de sus más feroces peleas, muchas de las cuales produjeron el quiebre de relaciones personales de muchos años. En 2018 acumuló 55 horas de radio y TV.

Paternidades

La primera entrevista de Milei después de la elección que lo consagró presidente se la concedió a Fantino. Dijo que lo hacía en agradecimiento porque él era uno de los “padres de la criatura”. El otro era Mauro Viale. En la previa de la primera entrevista que tuvo con él, el conductor le dio un consejo que se transformaría en su principal estrategia comunicacional: “Esto es un round de box: en el primer minuto, tenés que meter una piña de nocaut”. Agresividad, síntesis y velocidad, las marcas de los nuevos tiempos.

2013 es otro año clave para entender a Milei. Ese año descubrió a Murray Rothbard, el autor que cambió su forma de interpretar la economía y el mundo. Allí encontró argumentos que fortalecieron su profundo desprecio a la intromisión estatal. “El cobro de impuestos es robo legalizado y organizado a gran escala” planteaba, entre otras postulaciones que se incorporarían al discurso de Milei.

El “estilo Milei”

Tenembaum nos muestra las piezas que arman el mapa donde podemos ver cómo el candidato improbable llega a la presidencia. Sin partido, sin el financiamiento considerado imprescindible, sin trayectoria política, sin alianzas significativas, con un discurso políticamente incorrecto, perdiendo el último debate presidencial. Comprobamos cómo ese mar de carencias se transformó en su fortaleza. “No podemos hacer una Argentina con los mismos de siempre” resumía en un slogan que conectaba con las aspiraciones de un cambio radical. Todas las prácticas y la estética de la política tradicional se transformaban en un lastre.

Una clave del éxito fue la sintonía del “estilo Milei” con el clima de época y, en particular, con la juventud. Encarnó el hartazgo de buena parte de la ciudadanía, interpretando públicamente esa irritación con una actuación operística. E identificó al culpable de todas las desgracias: la casta –rótulo que había usado ya el italiano Beppe Grillo en su campaña presidencial-. Los conceptos, el estilo, el tono se repiten en los protagonistas de la nueva derecha. Hay una impugnación contra lo establecido, contra la moderación, contra las formas. Y se repite el uso del agravio como vehículo para canalizar el resentimiento, la frustración, la ira y eventualmente el odio de amplios segmentos de la sociedad.

Milei incorporó la metáfora boxística de Viale a su estrategia gubernamental. Cada día, un rival, un agravio, una piña, en una dinámica en la que a la mayoría de la audiencia no le importa mucho la consistencia de las imputaciones. Cuando se comprueba su endeblez, el tema de agenda es otro.

Tácticas virales en redes, ataques coordinados contra voces críticas, entrevistas con periodistas cercanos, histrionismo presidencial, fotos con personalidades globales y construcción de una agenda vertiginosa en la que periódicamente se identifican los villanos de turno.

Distintas caras

La biografía ofrece múltiples ángulos para conocer a Milei. El maltrato de su padre, la relación con su hermana, su acercamiento al judaísmo ortodoxo, su relación con Elon Musk, sus lecturas, sus aprensiones y sus gustos. También un insospechado pragmatismo, en los primeros meses de su gobierno.

Aparece, además, una sorprendente sensibilidad en el biografiado, usualmente inclinado a rotulaciones categóricas contra los que expresan discrepancias con lo que dice o hace. Antes de la elección presidencial, Tenembaum advirtió en su programa de radio que una victoria de Milei podría desencadenar una tragedia social. Con la elección resuelta, le mandó un mensaje al nuevo presidente y este lo invitó a una reunión para explicarle su plan de gobierno. “Me consta tu honestidad intelectual…Es lógico que alguien que piensa como vos proceda como vos lo hiciste”, le dijo Milei.

Milei, una historia del presente es una biografía reflexiva, documentada, mesurada. Nos permite acercarnos, de la mano de uno de los analistas más lúcidos de nuestra realidad, a la psicología del gran protagonista de la política actual, adentrarnos en tramos decisivos de su vida, repasar sus ideas y contradicciones, interpretar el contexto nacional y global en el que se desarrolla el fenómeno que encarna. Es un libro que nos hace pensar y quizás revisar mucho de lo que asumíamos.

© LA GACETA

DANIEL DESSEIN.

Perfil

Ernesto Tenembaum trabajó en Página/12, Radio Mitre, TN, CNN en español, El País de Madrid y la revista Veintitrés, entre otros medios. Actualmente conduce ¿Y ahora quién podrá ayudarnos? en Radio con Vos y, junto a María O´Donnell, 540 grados en Cenital. También es columnista en Infobae. Es autor de los libros ¿Qué les pasó?, Enemigos y Una mujer única.

Una crónica imposible*

Por Ernesto Tenembaum

De repente el país entero hablaba, discutía, opinaba, se posicionaba alrededor de esa figura novedosa, rara, magnética, bizarra, violenta, carismática, disruptiva, agresiva, tumultuosa, egocéntrica, conflictiva, talentosa, audaz, estrafalaria. Nadie resultaba indiferente. Luego, ese torrente de sensaciones se trasladaría hacia otros lugares del mundo, cuando Miel propio Milei, en ese ascenso sin fin, se transformó en una referencia política internacional.

Hasta el momento en que comencé a trabajar en este libro, lo había visto a Milei, pero no lo había mirado con detenimiento. En los años previos a su irrupción, había otras historias para contar: un gobierno peronista que debía atravesar desafíos casi imposibles, mientras sus principales figuras se desangraban en público; una fuerza de oposición de centro derecha que se preparaba para asumir el poder en breve; una pandemia, que cambió a la especie humana.

En ese contexto, Milei era una curiosidad o, como decían algunos de sus enemigos y él recordaría con rencor para siempre, apenas un fenómeno barrial: un fulano que se ganaba su fama minúscula y aparentemente efímera en base a escandaletes vulgares.

Desde ese 13 de agosto empecé a mirarlo con la atención que merecía. Me encontré con un material riquísimo, que recorre este libro, y que me ayudó a descubrir algo de su vida, sus búsquedas, sus fortalezas y fragilidades, sus heridas abiertas, su desmesura, y a indagar sobre cómo este personaje inesperado sintonizó con las esperanzas y frustraciones de un sector mayoritario de la sociedad argentina.

*Fragmento de Milei, una historia del presente (Planeta).