Convencido de que las fuerzas del cielo lo sentaron en el sillón de Rivadavia, el Presidente, contrariando los principios bíblicos, aumenta el calvario de los más pobres, saciando las ambiciones de los poderosos, blindando un falso superávit fiscal, que perjudica a un amplio segmento de la sociedad, empobrecida por el fracaso de los sátrapas de la política. Utilizando las herramientas, facilitadas por traidores y dialoguistas, Milei transfirió el rótulo de deudor a quienes hasta hoy estoicamente resistimos las nefastas políticas libertarias. Frente a la presión de Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayoritario Eléctrico SA) Milei se comprometió a abonar el total de la deuda en junio de 2024, compromiso incumplido, que intentó subsanar ofreciendo pagar con títulos públicos AE38, emitidos en dólares, con tasa fija del 5%, y vencimiento el 9/9/38: rechazado por el acreedor. Ante la negativa, liberó a las prestadoras del servicio eléctrico, para aumentar las tarifas por sobre el 350%, buscando que el usuario pague la deuda, para no afectar el “superávit” fiscal, pero “no vio”: la pérdida del servicio de los usuarios, la caída del consumo en los alimentos, por la pérdida del poder adquisitivo de los afectados por el aumento de las tarifas, la caída de la recaudación impositiva, que afectará la gestión de traidores y dialoguistas, etc., retrotrayendo a millones de argentinos a las velas y al mechero. A partir de ahora los usuarios del servicio eléctrico domiciliario, que no podemos transferir los aumentos a nadie, mutaremos en rehenes de un acreedor desconocido, que exige al Gobierno nacional, y este al pueblo, el pago de U$S 3.230 millones, que según los 15 millones medidores de Adorni, significan $ 215.333, más el consumo que debemos pagar a las compañías energéticas.

José Emilio Gómez                                 

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