El cambio de sentido del tránsito en las céntricas calles Crisóstomo Álvarez y San Lorenzo, al que se suman las modificaciones en la circulación de calle Las Piedras, han comenzado ayer con las lógicas complicaciones, con inquietudes y también con la expectativa de que esta importante medida ha de redundar en una mejora en la movilidad urbana, en especial en la zona del microcentro.

“Teníamos una necesidad imperiosa de liberar el tránsito con más de 200.000 vehículos, que a diario ingresan a San Miguel de Tucumán”, afirmó Benjamín Nieva, secretario de Transporte y Movilidad Urbana de la Municipalidad. Es una medida “para descomprimir el flujo vehicular que ingresa a San Miguel de Tucumán por 24 de Septiembre, con dirección oeste-este”, dijo, y explicó que Crisóstomo Alvarez es menos ancha que la calle San Lorenzo y que, además, la triplica en cantidad de cocheras públicas y privadas, con lo cual se estima que la circulación ha de ser más fluida por San Lorenzo, por la cual transitan ahora hacia el este las líneas de ómnibus que antes circulaban por Crisóstomo Álvarez.

En cuanto a la calle Las Piedras, si bien no se modifica el sentido del tránsito, sí hay grandes variaciones en el uso de esta arteria, puesto que pasan a circular por allí los colectivos que antes iban por San Lorenzo y se ha prohibido el estacionamiento. Todo esto ha de provocar, presumiblemente, más reformas en el futuro en esta calle, tanto en lo que hace al movimiento urbano en general como al comercial en particular. Para todo estola Municipalidad ha dispuesto equipos de inspectores y varitas que van a guiar y aconsejar en estos días a los conductores de vehículos y a los mismos transeúntes y vecinos, que necesitan acostumbrarse a estas alteraciones de esta área urbana.    

Esto forma parte del Plan Integral de Movilidad Urbana (PIMU), que comenzó en abril con la implementación de carriles exclusivos para transporte público. “Estamos en la segunda etapa de este plan, y la idea es seguir avanzando para mejorar la movilidad en la ciudad”, dijo Nieva. El programa se ha originado tras un estudio con expertos de los problemas actuales de la ciudad, en busca de mejoras. Cabe señalar que el esquema de circulación de estas calles funcionaba desde 1987, cuando se idearon esos cambios de vías paralelas de circulación con la misma idea de hoy de agilizar la circulación y liberar la circulación. En aquel entonces se pensó en dos vías de dirección este-oeste (y viceversa) y dos de dirección norte-sur (y viceversa); se aplicó solamente la mitad del programa y pocos meses después de instalado fue reducido y quedó solamente el cambio de sentido en San Lorenzo y Crisóstomo Álvarez, durante esos 37 años hasta ayer.

Sería importante capitalizar la experiencia que ha dejado este programa y que se sostenga el énfasis con que la autoridad está impulsando los actuales cambios, así como analizar el modo en que se van desarrollando. Asimismo, ayudar a que la sociedad valorice, respete y se habitúe a la transformación que ha tenido el tránsito urbano en esta área.