En su editorial en el programa "Panorama Tucumano" de LGPLAY, Federico van Mameren lanzó una crítica contundente sobre la situación del transporte público en Tucumán, reflejando la frustración y el desencanto que muchos ciudadanos sienten hacia las autoridades responsables.
Todo comenzó con un mensaje que recibió de un magistrado, quien preguntó si el programa de ese día abordaría el “eterno problema del transporte público”.
Van Mameren señaló que el problema del transporte en Tucumán es mucho más que un inconveniente logístico; es una ofensa a la población. Durante años, concejales, empresarios, funcionarios del ejecutivo y gremialistas han pasado por el estudio de LA GACETA, repitiendo promesas vacías y excusas, como la supuesta falta de estudios de costos, lo que él calificó como una mentira descarada. “Nos mienten”, afirmó rnte, recordando que desde 2001, con la implementación de los subsidios durante el gobierno de Duhalde, el servicio sigue sin mejorar. La palabra “sinceramiento” usada por las autoridades, según él, solo confirma que durante más de 20 años se ha estado mintiendo a la población.
El periodista también cuestionó la incapacidad de las autoridades para proponer soluciones reales. En este marco recordó otra muletilla o lugar común que se suele esgrimir cuando se aborda la problemática del transporte. Esa frase hecha es “lo importante es el diálogo”. Esa es una frase que, según Van Mameren, se repite sin sentido desde hace al menos 25 años. Aunque han habido reuniones y propuestas, como el proyecto del presidente del Concejo Deliberante, Fernando Juri, estas iniciativas no prosperan. El interés parece estar únicamente en cuánto será el subsidio y cuánto el aumento, dejando de lado cualquier intento serio de mejorar el servicio. Esto, según Van Mameren, refleja una falta de imaginación y capacidad para alcanzar soluciones, un problema que trasciende el transporte público y plantea serias dudas sobre la viabilidad de llevar adelante reformas más complejas, como la constitucional.
Finalmente, Van Mameren comparó esta situación con la actual dinámica política nacional, donde las discusiones parecen excluir a la ciudadanía. Hizo referencia a la reciente postura del presidente Alberto Fernández, quien ahora parece preocupado por su intimidad y sugiere la censura previa para protegerla. Van Mameren concluyó su editorial con una crítica mordaz: la única afectada no es la seguridad nacional, sino la vergüenza de nuestra nación, un reflejo del deterioro institucional que atraviesa el país.