Eduardo Monti y Nancy Carolina Burieque son los protagonistas de una historia que inspira y da un sentido más profundo al Trasmontaña. Como todo biker ambos anhelan con cruzar la línea de llegada, aunque ellos ya ganaron la carrera más importante. Sí; porque los escollos de la vida no frenaron el hambre competitivo de ambos ciclistas.

El cordobés, que competirá en la categoría B1 con Gabriel Olocco, recibió un trasplante de médula por parte de su hermano. “En 2001, me diagnosticaron una leucemia y necesitaba un trasplante para combatir la situación. En ese momento era un joven estudiante de abogacía y fue un golpe durísimo. Uno tiene que bajar un cambio y dejar de hacer las cosas que normalmente hace, entre esas no practicar más deportes. A eso se suman las dudas y la incertidumbre sobre qué va a pasar. Al año siguiente, mi hermano fue el donante y se hizo con éxito. Eso me permitió tener una vida normal”, contó Monti, que competirá por primera vez en el evento que se llevará a cabo en los cerros tucumanos.

“Tengo muchos amigos que la corrieron. También conozco la carrera por mi hermano. Juntos planificamos venir en varias ocasiones, pero no se podía concretar. Siempre está presente en el calendario de los bikers. El año pasado se complicó por un problema de mi compañero, y no entrenamos de la manera correcta. Pero, este año lo concretamos. Sabemos que es un gran desafío y una gran experiencia correr una carrera de este nivel en la cuna del mountain bike. Nosotros en Córdoba tenemos mucho, pero está es la carrera que todos queremos hacer. Es un circuito duro y divertido con mucha naturaleza. Hay paisajes hermosos. Además, hay un clima de compañerismo que no se vive siempre y con muchas bicis por todos lados”, explicó.

El ciclista, además, aseguró que la preparación para la competencia requiere de mucho esfuerzo. “Se tiene que practicar con mucho tiempo de anticipación. Tenés que buscar un entrenador, correr otros circuitos con la misma dificultad técnica para asimilar el recorrido y es necesario progresar de carrera en carrera…”, señaló.

La tucumana, que hará binomio con Alex Leal en la misma clasificación, fue diagnosticada con Hepatitis C y debió empezar la búsqueda de un donante. “Cuando era pequeña tuve pulmonía, sufrí dos paros respiratorios y me hicieron transfusión de sangre. Ahí fue que se despertó el virus, y de grande me bajaron mucho las defensas, eso derivó en un cuadro de cirrosis. Ahí me vieron en el hospital Centro de Salud, me dijeron que mi hígado estaba destruido y no me iban a medicar porque no se podía recuperar. Después me derivaron al hospital Astral, hasta que mi sobrino me donó el 40% de su hígado”, recordó. “Es una vida mejor que antes. Es como volver a nacer porque es muy lindo. No quería saber más nada, estaba harta de los médicos y de los estudios”, indicó.

Tanto Monti como Burieque reconocen que no fueron ciclistas por naturaleza, sino que tuvieron otras pasiones. “Antes del trasplante practicaba tenis. Empecé a entrenar Mountain Bike mucho tiempo después. En Villa Allende, es un deporte habitual y tenía muchos conocidos que lo hacían. Entre ellos estaba mi hermano que fue una influencia. Lo que tiene es que te permite disfrutar de la naturaleza. Te da libertad y placer”, explicó el cordobés.  “Antes hacía fútbol femenino. Después me enfermé y paré todo. Con los años conocí una amiga que hacía esto, y en el trabajo me regalaron una bicicleta. A partir de allí, no paré”, añadió la tucumana.

Burieque, asimismo, contó que conoció a Monti por medio de amigos en común. “Lo conozco a Eduardo por medio de Carlos Parravicini y Etín Manca. Ellos me agregaron a un grupo de trasplantados que hacen deportes y demás actividades. Con Etín, corrí el primer Trasmontaña”, retrató.

Por último, la tucumana dejó en claro que el mountain bike es una disciplina con muchos desafíos que se superan de carrera en carrera. “Al comienzo me daba miedo en la senda y tenía muchas caídas. Pero ves que los demás lo pueden hacer y eso te impulsa. Además, está bueno porque conoces mucha gente y los desafíos son cada vez más grandes. Me gusta alentar a los demás. El año pasado corrí el Desafío de las Nubes en Salta y salí cuarta; este año terminé quinta. Ahora todo va a mejorar”, concluyó.