El colágeno es una proteína que ayuda a mantener unidas las diferentes estructuras de nuestro cuerpo. Con el paso de los años, nuestro organismo deja de producirla lo que lleva a consecuencias en el mismo que van desde el debilidad capilar hasta el desgate articular. ¿A qué edad disminuye su producción y cuáles son los síntomas de esta pérdida?

El caldo de huesos que aporta colágeno y fortalece el sistema inmunológico ¿cómo hacerlo en casa?

El colágeno es el componente principal de los tejidos conectivos que conforman varias partes del cuerpo, incluyendo tendones, ligamentos, piel y músculos. Se encuentrn involucrado en una gran cantidad de funciones esenciales y a la vez es el encargado de proporcionar estructura a la piel y fortalecer los huesos.

¿En dónde se encuentra el colágeno en nuestro cuerpo y para qué sirve?

El colágeno es partícipe de la composición de una gran cantidad de órganos y tejidos de nuestro cuerpo. Este está distribuido en los huesos, los ojos, específicamente en la córnea, la piel y los tendones, donde cumple la función de dar elasticidad y resistencia a los mismos. En los cartílagos y el humor vítreo del ojo es el encargado de aportar resistencia ya que estos tejidos están sometidos a presiones intermitentes. En el músculo, venas y piel aportan sostén para beneficiar su capacidad de contracción y expansión.

Esta proteína es la más abundante de nuestro cuerpo donde contribuye al 70% de la proteína de la piel y a un 80% de la proporción de nuestros huesos. Sin embargo, el proceso de producción de la misma es reducido corto a lo largo de nuestra vida y nuestro cuerpo pierde la capacidad de generarla a la temprana edad de 25 años.

Las manchas marrones en la piel son signo de la pérdida de colágeno.

¿Cuándo se reduce la producción de colágeno y cuáles son los síntomas de esta carencia?

El declive del colágeno, según los expertos, comienza a los 25 años, donde la disminución aumenta en 1% por año, y la pérdida se intensifica a partir de los 40. Esto resulta en una reducción del 25% a los 50 años y más del 50% a los 75 años. Esta proteína es capaz de retener agua, lo que contribuye a la hidratación de la piel y otros tejidos. Esta reducción paulatina provoca que el tejido conectivo no pueda renovarse, lo que afecta a la salud de los mismos.

Una gran cantidad de síntomas vienen acompañados de esta pérdida. El deterioro de la formación de esta proteína esencial conlleva a la disminución en el grosor y al elasticidad de la piel, la aparición de arrugas y un incremento de la flacidez, así como sua delgazamiento. A  nivel articular y reumático, los tendones y ligamentos pierden su elasticidad volviéndose menos flexibles.

Indicadores de la falta de colágeno en la piel son las manchas marrones y la textura áspera así como la debilidad del cabello y las uñas. En el resto del cuerpo los signos de la falta de esta proteína se presentan como problemas intestinales, fracturas óseas y dolor articular.