Entre 1999 y 2002, Amanda Bynes fue una de las estrellas indiscutidas de Nickelodeon. Con un amplio público, la actriz se había consolidado como una de las figuras destacadas de la cadena televisiva gracias a "El Show de Amanda". Pero hoy, a sus 38 años, se encuentra practicamente irreconocible.

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El abuso de distintas sustancias terminó por perjudicar visiblemente a Bynes. Además de haber sido protagonista de diferentes episodios violentos, muchas veces condujo en estado de ebriedad. En 2013 quedó internada para que se analizara su salud mental y sus padres obtuvieron su custodia a sus 27 años.

Abuso sexual y salud mental de Amanda Bynes

De ser una figura caracterizada por su curiosidad, astucia y simpatía, Bynes pasó a ser una figura con una estética un tanto oscura, mucho más próxima al estilo gótico. En un principio, decoloró su cabello hasta tenerlo completamente dorado.

En 2010 la actriz decidió anunciar que haría una pausa en su actividad laboral para resolver cuestiones personales. Cuatro años después acusó a su padre de haber abusado sexual y emocionalmente de ella. Pero, tras las quejas de estos, decidió eliminar la publicación en la que había hecho la denuncia.

Días después de este episdio, Bynes volvió a aparecer para contar que había sido diagnosticada con dos enfermedades mentales: trastorno bipolar y esquizofrenia. Durante años abusó de las sustancias y drogas que le proveían sus médicos.

También tuvo encuentros con la policía en que la descubrieron en posesión de marihuana. En una entrevista Bynes contó que experimentó con la cocaína y metilendioximetanfetamina, popularmente conocida como MDMA.