“Me estoy tomando este tiempo y me estoy alejando de las redes sociales por mi salud mental, gracias”, escribió en Instagram Jordan Chiles después de recibir la noticia de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo iba a revisar la puntuación que obtuvo la gimnasta estadounidense en los Juegos Olímpicos de París. Su posteo, que rápidamente se viralizó, permite entrever lo difícil que es para muchos atletas soportar la presión de mantener un rendimiento impecable. ¿Debemos esperar que los deportistas de alto rendimiento sean inmunes a la presión?

Hoy las redes sociales suman una presión extra a los deportistas profesionales, convirtiéndose en una plataforma donde cada movimiento es escrutado y cada fallo es amplificado. Este fenómeno ha tenido consecuencias significativas en la salud mental de muchos atletas, quienes deben lidiar no solo con las demandas de su deporte, sino también con la opinión pública.

Difícil decisión

En los Juegos Olímpicos anteriores, Tokio 2020, el caso más resonante fue el de Simone Biles. La gimnasta decidió retirarse de varias competencias para centrarse en su bienestar mental, una decisión que generó un amplio debate. Biles, una de las mejores gimnastas de la historia, explicó que la presión y el estrés acumulados habían afectado su capacidad para competir de manera segura. ¿Hasta qué punto puede un atleta soportar la presión sin que afecte su salud? Su decisión destacó la importancia de priorizar la salud mental sobre los logros deportivos.

Nadia Comaneci, leyenda de la gimnasia y campeona olímpica de 1976, expresó su preocupación por las gimnastas jóvenes. Puso el foco en el caso de Silvia Barbosu, que pasó de ganar una medalla de bronce a quedar cuarta. Esto la llevó a enfrentar una situación de tanta angustia que impactó su bienestar emocional. “No puedo creer que juguemos así con la salud mental y las emociones de las deportistas; protejámoslas”, publicó Comaneci en X.

¿Por qué las gimnastas Simone Biles y Jorden Chiles le hicieron reverencia a la brasileña Rebeca Andrade?

Un estudio realizado por la Universidad de Toronto en julio de 2021 señaló que la depresión, ansiedad y el trastorno alimentario son los problemas que están mucho más generalizados de lo que se cree en los atletas. El más significativo es la depresión.

“Sé cómo es mi cuerpo y lo quiero”

Sucede que muchas veces los comentarios y las críticas a los atletas no tienen nada que ver con lo deportivo. Es el caso de la waterpolista española Paula Leitón, quien viene siendo víctima de una presión mediática muy fuerte. Ella fue una de las goleadoras del equipo en la final olímpica, y sin embargo, en vez de felicitaciones recibió críticas sobre su cuerpo, ya que mide casi 1,90 metros de altura y posee una complexión física corpulenta. En respuesta, Leitón declaró: “Sé cómo es mi cuerpo y lo quiero muchísimo. Lo trabajo para un deporte que es mi vida. Me dan absolutamente igual los comentarios. Acabo de ganar un oro olímpico, que es el sueño que tenía desde que era una enana”.

Si bien ofrecen una plataforma para la visibilidad, las redes sociales son ámbitos donde la crítica y la negatividad son constantes. Al estar en el ojo público, los deportistas están expuestos a comentarios que pueden afectar su autoestima y salud mental. ¿Qué efectos opera esta situación en ellos? La ansiedad y la depresión pueden ser algunas de las manifestaciones en estas situaciones.

La salud mental de los deportistas de alto rendimiento es un tema de creciente preocupación. La presión mediática y la influencia de las redes sociales han amplificado los desafíos que enfrentan.

Casos como los de Jordan Chiles, Simone Biles, Silvia Barbosu y Paula Leitón lo ratifican.