La Canasta Básica subió 3,1% en julio, por debajo de la inflación, y una familia tipo necesitó $900.647,65 para no ser pobre, informó el Indec.
El dato se conoció en simultáneo con la índice de inflación del séptimo mes del año, que arrojó 4%.

Además, una familia precisó $405.697 para no ser indigente.

La Canasta Básica Total (índice que se utiliza para medir la pobreza) sufrió un incremento de 3,1% respecto de junio, acumula 261,8% interanual y 81,7% en 2024.

En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (se usa para estimar la indigencia) también subió 3,1% con respecto a junio, la variación interanual es de 263,4% y la acumulada del año llega a 68,6%.

En junio la Canasta Básica Total había sido de $873.169, contra los $851.351 de mayo, para no ser pobre.

El de la Canasta Básica Alimentaria, en tanto, había estimado en $393.319 el monto para no ser indigente también en el sexto mes del año.

El Indec también reportó que una familia de 3 integrantes precisó en julio $717.020 para no ser pobre y $322.982 para no ser indigente.

Por su parte, un grupo familiar de 5 miembros necesitó $947.283 para no ser pobre y $426.704 para evitar caer bajo la línea de indigencia.

El adulto equivalente (la unidad sobre la que se estiman las necesidades básicas y alimentarias del resto de la familia) precisó $291.472 para eludir la pobreza y $131.294 para no ser indigente.

La CBT, además de alimentos, incluye varios puntos del gasto de los hogares, como indumentaria, salud, transporte o educación, lo que determina la línea de pobreza.

Por su parte, la CBA se limita a relevar bienes de primera necesidad y establece la línea de indigencia.