Si alguna vez notaste unos pequeños puntitos blancos en tu rostro o brazos que parecen espinillas, es probable que se trate de milium sebáceo. Estos son pequeños quistes que se forman en la superficie de la piel y, aunque son inofensivos, pueden resultar molestos para quienes buscan una piel más lisa y uniforme.

¿Qué es el milium sebáceo?

El milium sebáceo es más común de lo que podrías pensar, especialmente en los recién nacidos, quienes suelen presentar estos pequeños quistes en la nariz, el mentón y las mejillas. Según el portal médico Mayo Clinic, también pueden aparecer en el tórax y los brazos. En los adultos, estas imperfecciones en la piel pueden ser el resultado de diversos factores.

¿Por qué aparecen puntitos blancos en la piel?

En adultos, los milium sebáceos pueden ser detonados por diferentes causas, entre las cuales se incluyen:

Ampollas

Quemaduras

Daño solar a largo plazo

Uso de cremas con esteroides

Tratamientos de rejuvenecimiento con láser

Estos factores pueden desencadenar la aparición de estos puntitos blancos, que aunque no son peligrosos, pueden ser estéticamente indeseables.

¿Cómo eliminar los puntitos blancos de forma natural?

Si prefieres optar por soluciones naturales, aquí te presentamos dos opciones que podrían ayudarte a reducir la apariencia del milium sebáceo:

Agua de rosas: este producto natural, disponible en muchas marcas peruanas, puede ayudar a reducir la inflamación de la piel. Se recomienda su uso de dos a tres veces a la semana, aplicándola después de limpiar el rostro.

Mascarilla de miel y canela: mezcla 3 a 4 cucharadas de miel con 1 cucharada de canela en polvo. Aplica una capa delgada sobre tu rostro y déjala actuar de 5 a 10 minutos. Luego, enjuaga con agua fría. La miel es conocida por sus propiedades antibacterianas, lo que puede ayudar a mejorar la apariencia de la piel.

¿Cómo eliminar el milium sebáceo de manera efectiva?

Aunque los remedios naturales pueden ayudar, el portal Vix sugiere que la forma más efectiva de eliminar estos puntitos blancos es mediante una limpieza profunda realizada por profesionales en una clínica estética. Este procedimiento garantizará que la eliminación sea segura y eficaz.

Además, la exfoliación regular del rostro o tratamientos como el peeling pueden ser útiles para desvanecer estos granitos blancos y mejorar la textura de la piel.