Estupefacto aun, a pesar del tiempo pasado, por la desaprensión que existió desde ciertas autoridades que se desempeñaron en nuestra Municipalidad de San Miguel de Tucumán hacia la ciudadanía, me dirijo a usted a fin de solicitar, a quien le caiga en sayo, que dé la pertinente información respecto a qué necesidad hubo en su momento de destruir y retirar el hermoso monumento que existía en homenaje al general Julio Argentino Roca, indiscutido prócer de la historia argentina, dos veces Presidente, que desde muchos años atrás se encontraba en las intersecciones de las avenidas Soldati y Juan B. Terán, de su emplazamiento original, produciendo además, un gasto absolutamente innecesario de las arcas públicas. Se adujo, como pretexto absurdo totalmente, que el monumento se encontraba sobre la línea del final de aterrizaje de los aviones en el cercano aeropuerto, lo cual resulta absolutamente falso. El firmante de esta nota es piloto privado y aterrizó infinidad de veces en el viejo aeropuerto sin el menor riesgo ni inconveniente. El monumento no resultaba un obstáculo para la actividad aeronáutica en ese aeropuerto, que actualmente ya no inexiste, solamente se trató de una actitud obsecuente, un capricho político. Se trataba de un artístico y bellísimo monumento de mármol rojo, inglés, con muchísimas aplicaciones y placas de bronce, de altísimo costo, para trasladarlo inconsultamente al ingreso norte del parque 9 de Julio, pero convertido en una insignificante construcción barata, sin arte ni imaginería alguna, insignificante a la par del monumento original. Además, sería también de  interés de la comunidad tucumana conocer el destino que tuvieron esas valiosas placas de mármol y los bronces que conformaban el monumento original, caprichosa, inconsulta y políticamente desplazado y conocer también, naturalmente, cuál fue la “importante” motivación de la demolición realizada, pensando, ante la carencia de información,  que se habría efectuado por una vulgar obsecuencia política del funcionario de turno que, aunque ya no esté en funciones, debe a la comunidad  las explicaciones que solicito. También se repite, “casualmente”, con el mismo funcionario, el cambio de nombre de la avenida Roca, prócer dos veces Presidente de la Nación y conquistador del desierto, además de la realización de innumerables aciertos en beneficio del país, por el nombre de Kirchner, un fallecido funcionario que está muy lejos de los logros de Roca.

Abel Luis Eduardo Novillo                               

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