El CEO de Techint, Paolo Rocca, advirtió sobre la primarización de las economías latinoamericanas y apuntó a China como la causante de una transferencia productiva sin antecedentes, a partir de sus políticas como Estado no democrático o como "gobierno centralizado y autoritario".

En el congreso siderúrgico ACO, realizado en San Pablo, Brasil, Rocca dijo este martes que como consecuencia de la primarización, las economías de América Latina venden sus productos sin valor agregado, con lo que eso significa en términos de atraso en los países y en la debilidad de sus instituciones.

El presidente del grupo Techint habló antes los mayores referentes del acero, unos 700 empresarios, y apuntó contra China: "Nunca hubo en la historia una transferencia productiva de esta magnitud en tan poco tiempo", afirmó.

Según el sitio Ambito.com, el empresario se explayó así sobre la desindustrialización, como factor del estancamiento de las economías de la región y su impacto en la gobernabilidad, en momentos en que el gobierno de Javier Milei impulsa un régimen especial de inversiones para sectores minería e hidrocarburífero, entre otros.  

También se refirió a la "hipertrofia del Estado y el caos de impuestos distorsivos", como freno a la inversión e iniciativa privada.

Las palabras de Rocca se inscribieron en un contexto en el que el consumo de acero no crece "porque nuestras economías crecen muy lentamente, en un modelo que privilegia los productos primarios y los sectores financieros y de servicios".

"Hace 15 años, las economías del Mercosur representaban el 4,1% del PBI mundial. En 2023, representaron sólo el 3%. En términos de PBI per cápita, crecimos menos del 10% en los últimos 15 años. Mientras tanto, los países desarrollados crecieron entre un 25% en EE.UU. y un 15% en Europa", detalló.

Consideró que "la desindustrialización -una preocupación común para muchos países desarrollados y en desarrollo- se ve, en nuestro caso, agravada por el estancamiento económico. La dependencia de China y su espacio económico ampliado también es un factor de preocupación. Esta necesidad de reposicionar las cadenas de valor extendidas a escala global ofrece una oportunidad extraordinaria para nuestros países que tienen las condiciones para aumentar su nivel de integración con grandes bloques económicos con los que hay afinidad política y valores compartidos y con quienes podemos competir en igualdad de condiciones".

China

También sostuvo que China "no es una democracia, es un país con un sistema de gobierno autoritario y centralizado, que tiene la capacidad de asignar recursos a diferentes sectores de la economía en base a decisiones de conveniencia táctica y estratégica. Competir con China durante los últimos 30 años ha sido sustancialmente imposible por varias razones".

"La aparente complementariedad entre una economía que necesita materias primas y quiere exportar productos manufacturados y nuestros países con grandes recursos naturales (agrícolas y minerales) es absolutamente asimétrica. China gana y Brasil pierde. Las importaciones chinas ayudan a controlar la inflación en nuestros países, pero tienen un impacto negativo en nuestros sectores industriales; y tienen efectos aún peores sobre la inversión y el crecimiento", dijo.

Rocca señaló que "reducir la primarización y la dependencia de las exportaciones de materias primas y commodities también representa una oportunidad extraordinaria para las economías de América Latina".