“Parece que nunca se hubiera ido”. La frase la repiten una y otra vez los fanáticos de San Martín de Tucumán. Mientras la Copa América estaba en plena disputa, la CD anunció el regreso de Matías “Caco” García, un futbolista que en poco tiempo se volvió determinante en el funcionamiento del equipo que dirige Diego Flores.
En los últimos partidos que disputó el “Santo” en la Primera Nacional, el volante se destacó por su velocidad, su habilidad y su rol de asistidor. Tal es así, que en seis juegos, ya registra tres pases-gol (dos contra Quilmes y uno contra Estudiantes de Caseros), reafirmando su importancia en un equipo que parece decidido a ir por todo.
Con 493’ en cancha, “Caco” ya empieza a demostrar toda su valía, esa misma que había logrado en la temporada 2017/2018. Antes de dar el salto a la Superliga, García ya había sido una pieza clave en el tramo final rumbo al ascenso.
Había marcado un gol en la revancha de las semifinales contra Agropecuario y se había lucido en la final contra Sarmiento, en la que aportó tres asistencias (a Claudio Bieler, Gonzalo Rodríguez y Lucas Acevedo). Antes, durante la fase regular, había disputado 21 partidos y había marcado dos goles. Lo curioso de ese dato, fue que García marcó consecutivamente en las fechas 16 y 17 contra Santamarina y Nueva Chicago, respectivamente.
En su arribo a San Martín en 2016, bajo la dirección técnica de Diego Cagna, tuvo la presentación ante los hinchas en el debut contra Argentinos ingresando desde el banco y a partir de ahí se ganó el corazón del hincha.
¿Y el paso por Primera? Su participación en la Superliga también fue destacable. Disputó 24 partidos en los que anotó dos goles y brindó dos asistencias. Le marcó un gol al “Santo” sanjuanino con un exquisito tiro libre y también a Huracán en el Tomás Adolfo Ducó, con el que le dio vida a San Martín en su afán de mantener la categoría. En tanto, asistió a Acevedo a través de la pelota parada contra Gimnasia de La Plata y a “Taca” Bieler contra Racing en lo que había sido el primer triunfo de San Martín en Primera División.
Su regreso al conjunto de La Ciudadela ha sido recibido con entusiasmo tanto por los hinchas como por sus compañeros, quienes valoran su capacidad para influir en el juego y para generar oportunidades de gol.
Antes de este segundo ciclo en Bolívar y Pellegrini, García tuvo un paso por Belgrano marcado por altibajos.
Con la camiseta del “Pirata”, jugó 33 partidos, anotando un gol (contra Unión) y registrando cuatro asistencias (contra San Lorenzo, Sarmiento, Racing y Real Tomayapo, por la Copa Sudamericana).
Sin embargo, no pudo mejorar más en el nivel debido a las constantes lesiones que lo marginaron de buena parte de la temporada con el conjunto de Alberdi.
La incorporación de “Caco” al equipo de Flores ha sido una adición vital, tanto por su experiencia como por su calidad dentro del campo.
El volante puede aportar lo suyo tanto en la mitad de la cancha como por las bandas. Logra asociarse a la perfección con Juan Cuevas y también puede romper líneas por el medio de los defensores rivales. Eso lo viene demostrando en los últimos juegos.
No obstante, siempre se muestra como una pieza escurridiza para San Martín; difícil de descifrar. Además, aparece como una opción clara de pase y busca atacar por los laterales que todavía no encuentran una fórmula para detener su velocidad.
Eso quedó evidenciado contra Quilmes en el gol de Agustín Dattola y ahora repitió prácticamente la misma jugada en el tanto de Axel Bordón en Caseros.
Inclinarse por las bandas parece ser el estilo de juego favorito del “11”, que constantemente busca otra pieza para avanzar unos metros. Cuando eso no pasa, resuelve de manera sencilla. Contra el “cervecero”, exhausto de tanto correr, García se inclinó por la derecha y se la pasó a “Turbo”, que sentenció el resultado con un potente derechazo.
“Somos un equipo que entrega todo. Hay muchos jugadores de buen pie y a eso le hemos agregado sacrificio. Cuando se hacen en conjunto las dos cosas, se hace un equipo muy duro”, resaltó García.
Qué San Martín haya alcanzado cuatro victorias al hilo en el torneo con una mejora notable en el desarrollo del juego tiene una explicación: el plantel de Flores entendió que tiene armas para pelearle a cualquier equipo y una de ellas es García.
El ex Belgrano se volvió un jugador indispensable para este renovado esquema que viene rindiéndole frutos al entrenador.
Con los laterales pasando al ataque y con la ayuda de Cuevas en el medio, “Caco” se siente más liberado para jugar y hasta parece divertirse con la pelota en sus pies. El cordobés puede marcar la diferencia y en el “Santo” esperan que ayude a poder dar con el objetivo.