Las Leonas salieron a saludar a los que las esperaban en una zona contigua al mítico estadio Yves-du-Manior. El mismo en el que Francia recibió en 1924 a los Juegos Olímpicos por primera vez; en el que Italia se consagró campeón mundial de fútbol en 1938 y en el que ahora Las Leonas le pusieron más mística al escenario donde se juega la competencia de hockey sobre césped.
Cristina Cosentino es una de las grandes responsables de ese rango de condición milagrosa que adquirió la actuación del equipo femenino. “Es la ‘Dibu’ Martínez del hockey argentino”, calificó Federico Lanati. El empresario tucumano estuvo en el partido de cuartos de final en el que Argentina venció por penales a Alemania (1-1 en el tiempo regular, 2-0 en el global desde los shoot-out out) y se sumó a los festejos; de los más íntimos y que quedarán estampados en la memoria de Federico (h) y Juan Carlos, con quienes vive la experiencia multideportiva.
“Las familias siempre esperan en el mismo lugar. Están los familiares de los ganadores y de los perdedores”, explicó Lanati. “Vivimos la alegría de los argentinos y la tristeza de los alemanes”, agregó sobre el momento tan especial que pudieron vivir.
Mezclados entre los parientes “leoninos” estaba la familia de Victoria Sauze Valdez, la “Leona” tucumana, única deportista representante de la provincia en los Juegos Olímpicos. Las imágenes que pudo captar Lanati son de fiesta, pogo, cánticos, colorido exclusivo de celeste y blanco, por supuesto; y una melodía de la que sólo son dignos los que hacen cosas importantes en el deporte argentino. “Chinaaaa, Chinaaaaa. Olé, olé, olé, olé, Chinaaaa, Chinaaaa”, vitoreaban los simpatizantes argentinos.
Después hubo reverencia con movimientos de alabanza; brazos estirados hacia arriba y hacia abajo. En la primera fila estaba Ricardo Sauze, papá de “Vicky”, alabando a la arquera de Banco Nación.
Un papá que sabe más que otros de los que estaban alrededor del estadio francés: ex rugbier múltiple campeón con Tucumán Rugby, la Selección tucumana y ex Puma también. Sauze sabe claramente quiénes son los que se merecen ese especie de himno consagratorio. “Me hace acordar al equipo de Scaloni”, contó Lanati. “Recordaron que cuando se trabaja en equipo los resultados llegan. Hay que saber que en la Argentina no sólo tenemos al Papa, a Messi a Maradona y a tantos hombres. Ahora sí tenemos más presente al trabajo en equipo y esta no es la excepción con Las Leonas”, agregó Lanati. “Tengo la gran esperanza que el país, que muchas veces no ha tenido esos ejemplos, lo tome como tal y siga adelante porque son muchos años de desencuentro”, reflexionó.
El duelo contra las alemanas fue como la vida misma. Así que la sugerencia de Lanati de aplicar el “método Leona” en la cotidianidad no es desacertado.
El camino argentino no viene siendo lógico, si se toma en cuenta el ranking de las naciones a las que el equipo enfrentó. Todas rankeadas por debajo del equipo que dirige Fernando Ferrara, número dos del mundo.
Alemania no se achicó ante los pergaminos de Las Leonas y salió a buscar la victoria. Nada de quedarse muy retrasadas ante una Argentina que sintió esa presión que no permitió construir jugadas certeras hasta dentro del área de la arquera alemana. Los ataques se terminaban antes. Frustrante, pero no desconcertante.
Las germanas tuvieron premio a ese desempeño cuando restaban 3’28” para el final. Tampoco les fue fácil, no es que lograron plasmar el juego de campo en el marcador. El gol llegó desde el punto penal porque ya no había opción para Cosentino.
La alemana Viktoria Huse se iba sola por lo que a la “China” no le quedó más que detenerla con falta. “Confiamos en ella y eso le hace bien también”, había dicho Sauze Valdez luego del empate ante Australia con el que Las Leonas cerraron la fase regular.
Será por eso que Cosentino la derribó a la alemana. Confiaba que podía frenar su ejecución. Pero no: la misma Huse puso en ventaja a su equipo.
“‘¡La que me mandé!’, pensé. Pasamos ‘a lo argentina’. Les debo la vida a las chicas porque ellas empataron”, declaró la arquera con la voz quebrada en una de las entrevistas que brindó minutos después de la victoria. Si quiere moverse en esa línea de alta autoexigencia de estar en deuda, tiene que agradecerle al palo de Julieta Jankunas que le dio chance de saldarla.
La cordobesa fue la que conquistó la igualdad con un desvío justo luego de que Agustina Gorzelany en un córner corto le pegó a la bocha en otra jugada que, por su desenlace similar a la de otros partidos, parece del laboratorio de Ferrera.
Faltaba menos de dos minutos para el final del juego y en los penales, la “China” se tomó revancha.
El ticket de pago, finalmente, también tuvo su firma. “La amo, confiamos plenamente en vos. Te pasaste”, le dijo “Vicky”. La misma jugadora que se formó en Tucumán Rugby fue la que obligó a Cosentino a sumarse al reportaje de la TV.
Así como Lanati relató el reconocimiento que tuvo la arquera en tierras parisinas, la jugadora de 26 años merece que se escuche su voz.
Si le hace bien la hace atajar mejor. Más de lo que lo hizo en la tanda de penales australianos porque, si se había tirado con confianza para tapar con falta a la alemana, en los shoot- out no sólo bloqueó, también se desplazó para generarle toda clase de dudas a Linnea Weidemann, Huse, Anne Schröder y Sonja Zimmermann, en ese orden, no le pudieron marcar ningún gol.
El miércoles, desde las 9, Argentina jugará nuevamente una semifinal olímpica, situación que se repitió en los últimos siete Juegos a excepción de Río 2016: en Sydney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012, Tokio 2020 y en París 2024, siempre estuvo en la antesala de la final.
Países Bajos será el equipo a vencer, ese que siempre dejó afuera a Las Leonas en los Juegos Olímpicos.
Las neerlandesas tuvieron un acceso mucho menos complicado al vencer a Gran Bretaña por 3-1. El antecedente obliga a que Las Leonas piensen y sientan como su DT. “No nos para nadie, que venga el que quiera”, dijo Ferrara. Que así sea.