La Compañía Azucarera Los Balcanes inaugurará el próximo 23 de septiembre una planta que producirá energía eléctrica a partir de bagazo de caña de azúcar, en una nueva inversión millonaria que renueva el compromiso de la empresa tucumana con la provincia. Este innovador proyecto, que representa un hito en la producción de energía renovable en Argentina, no solo contribuirá significativamente al sistema interconectado nacional argentino (SADI), sino que también beneficiará a aproximadamente 60.000 familias con energía eléctrica limpia y sostenible.

Con la puesta en marcha de esta planta, en La Florida se generará además de energía eléctrica: azúcar, etanol para su uso en los cortes de las naftas y compost para utilizarlo como fertilizante. “El proyecto de cogeneración con bagazo de caña de azúcar, un propósito que nació del directorio hace algunos años, es un ejemplo de cómo la innovación y la sostenibilidad pueden trabajar juntas para crear un futuro más limpio y eficiente. “Con este sueño de mis padres (Jorge Rocchia Ferro y Catalina Lonac) hoy hecho realidad, Los Balcanes reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible, la eficiencia energética y la responsabilidad ambiental”, resaltó Catalina Rocchia Ferro (foto), Gerenta General de la compañía, quien valoró el esfuerzo de todo el equipo para lograr poner en marcha esta empresa.

Sobre el proyecto

El proyecto se basa en la combustión del bagazo de caña de azúcar en una caldera especialmente diseñada. El bagazo, un residuo de la producción de azúcar, es una fuente de biomasa que permite generar vapor de alta presión y temperatura. El vapor producido alcanza una presión de 24 bar y una temperatura de 310°C, y se dirige a dos turbogeneradores, cada uno con una capacidad de 12MW, permitiendo una generación total de hasta 20MW de energía eléctrica. Para garantizar una integración fluida con el SADI, se ha construido una estación transformadora que eleva la potencia de 13,2kV a 132kV. Esta infraestructura permite el transporte de energía a largas distancias. Además, se ha desarrollado una línea de alta tensión en doble terna con una longitud de 4.000 m, que facilita el transporte de la energía hasta el punto de interconexión con el sistema nacional.

Beneficios para la comunidad y el medio ambiente

Uno de los principales objetivos de este proyecto es contribuir al desarrollo sostenible de las comunidades locales. La energía exportada al SADI permitirá beneficiar a un estimado de 60.000 familias, dependiendo del consumo promedio de cada hogar. Esto mejorará la calidad de vida de muchas personas, facilitando el acceso a servicios básicos y fomentando el desarrollo económico y social. Además, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero contribuye a mitigar el cambio climático, beneficiando a las generaciones futuras.

Este proyecto no solo es una inversión en tecnología y energía, sino también en el bienestar comunitario y la protección del medio ambiente. La reducción de emisiones colaborará para mejorar la calidad del aire y reducir los impactos negativos del cambio climático.