El domingo pasado, amigo lector, nos quedamos reflexionando sobre el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el futuro del trabajo (Leer esa nota). ¿Te acordás del experimento social de Sam Altman, CEO de OpenAI, con la Renta Básica Universal (RBU)? Esa "platita extra" de 1000 dólares mensuales que reparte a miles de personas para analizar cómo afecta sus vidas.

Imaginemos por un momento qué pasará cuando el experimento termine. ¿Se aferrarán esos participantes a la RBU como a un salvavidas, esperando que el dinero siga llegando sin esfuerzo? ¿O habrán aprovechado esa oportunidad para desarrollar nuevas habilidades, encontrar nuevas pasiones y reinventarse en un mundo donde las máquinas hacen cada vez más tareas?

Esa es la pregunta clave que todos debemos hacernos en la Era de la Humanidad Aumentada. Un futuro donde la IA no solo automatiza trabajos, sino que también redefine el sentido del trabajo mismo.

¿Qué piensan los empresarios tucumanos?

En los talleres de IA Generativa Aplicada a la Empresa que dicto junto con la Fundación del Tucumán, he notado una clara tendencia: casi el 40% de los empresarios participantes considera que la IA Generativa será capaz de realizar más del 50% de sus tareas habituales, con mayor eficiencia, en un plazo de 2 a 5 años. Si sumamos a aquellos que creen que esto ocurrirá en 5 a 10 años, la cifra asciende a un impactante 74%. Ni hablar si sumamos el 17% que considera que el año que viene la GenAI podrá hacer más del 50% de sus tareas laborales.

Estos números me indican que existe una fuerte expectativa en el sector empresarial de que la IA Generativa transformará significativamente el panorama laboral en un futuro muy cercano. La pregunta es: suceda o no ¿Estaremos preparados para ese cambio?

El Reto de Adaptarse a una nueva era

Adaptarse o extinguirse. Esa es la ley de la evolución, y en la Era de la Humanidad Aumentada, esta ley se aplica con más fuerza que nunca. No se trata solo de aprender a usar nuevas tecnologías, sino de desarrollar una mentalidad flexible, abierta al cambio y dispuesta a reinventarse constantemente.

La RBU, si bien puede ser una herramienta para mitigar el impacto del desempleo tecnológico, no es la solución definitiva. La verdadera solución está en nuestra capacidad de adaptarnos, de encontrar nuevas formas de generar valor, de contribuir a la sociedad y de encontrar un propósito en un mundo donde las máquinas son cada vez más inteligentes. Una vuelta al humanismo y al contacto con el otro y la naturaleza es la opción que más me atrae personalmente.

La IA, si la usamos con sabiduría, puede ser una aliada poderosa en este proceso. Puede liberarnos de tareas repetitivas y tediosas, permitiéndonos enfocarnos en actividades que requieren de nuestra creatividad, inteligencia emocional y capacidad de resolución de problemas.

La Nueva Alfabetización: Aprender a Aprender

En este nuevo mundo, la educación ya no se trata solo de acumular conocimientos, sino de aprender a aprender, de desarrollar habilidades que nos permitan adaptarnos a un entorno en constante cambio.

Necesitamos ser aprendices de por vida, curiosos, con una mentalidad de crecimiento y una sed insaciable por nuevos desafíos.

Necesitamos dominar la "nueva alfabetización": el pensamiento crítico, la resolución de problemas complejos, la creatividad, la inteligencia emocional, la colaboración, la comunicación efectiva. Habilidades que nos permitan no solo sobrevivir, sino prosperar en un mundo donde las máquinas son cada vez más capaces. Esto será clave para nuestro éxito individual y colectivo.

La Amenaza de una Nueva Desigualdad: ¿Un Futuro de Castas Tecnológicas?

La Era de la Humanidad Aumentada no solo trae consigo la promesa de un futuro más eficiente y próspero, sino también la amenaza de una nueva forma de desigualdad, más profunda y compleja que las que hemos conocido hasta ahora.

Imaginá un mundo donde la élite, gracias a su acceso a la tecnología y la edición genética, se convierta en una especie de "superhumanos", con capacidades físicas e intelectuales superiores al resto de la población.

O un mundo donde la edición genética permita "diseñar" bebés con características superiores, mientras que otros nacen con las "limitaciones" de la genética natural. Imaginen un mundo donde los implantes cerebrales aumenten la inteligencia y la memoria de unos pocos, creando una brecha cognitiva insalvable.

Estos escenarios, que hoy parecen sacados de una película de ciencia ficción como "Gattaca", podrían convertirse en realidad si no actuamos con responsabilidad y visión de futuro.

¿Qué Futuro Elegimos?

Amigo lector, el futuro no está escrito en piedra. Depende de las decisiones que tomemos hoy, como individuos y como sociedad.

¿Qué mundo queremos construir? ¿Un mundo donde la IA nos esclaviza o un mundo donde nos libera? ¿Un mundo donde la tecnología nos divide o un mundo donde nos une? ¿Un mundo donde el trabajo es una fuente de angustia o una fuente de satisfacción?

Te invito a reflexionar sobre estas preguntas y a compartir tus ideas en el foro de La Gaceta. Tu voz es importante.