La Organización de Estados Americanos (OEA) concluyó que el gobierno de Nicolás Maduro perpetró la “manipulación más aberrante” en las elecciones presidenciales de Venezuela. En un duro informe señaló más de 10 hechos que imposibilitan otorgarle reconocimiento democrático a las cifras oficiales que difundió el Consejo Nacional Electoral.

“La peor forma de represión, la más vil, es impedirle al pueblo soluciones a través de elecciones -dijeron en el documento-. La obligación de cada institución de Venezuela debía ser asegurar la libertad, la justicia, la transparencia del proceso electoral. El pueblo debía de contar con las máximas garantías de libertad política para poder expresarse en las urnas, y proteger los derechos de los ciudadanos a ser elegidos”, agregó.

“A lo largo de todo este proceso electoral se vio la aplicación por parte del régimen venezolano de su esquema represivo complementado por acciones tendientes a distorsionar completamente el resultado electoral, haciendo que ese resultado quedara a disposición de la manipulación más aberrante. La misma continúa hasta el día de la fecha”, insistió.

Manejo doloso del resultado electoral

"El régimen madurista se burló de importantes actores de la comunidad internacional durante estos años y nuevamente se fue a un proceso electoral sin garantías, ni mecanismos y procedimientos para hacer valer esas garantías. El manual completo del manejo doloso del resultado electoral fue aplicado en Venezuela la noche del domingo, en muchos casos de manera muy rudimentaria”, remarcó.

“Se ha hablado de auditoría o de reconteo de actas de un material electoral que no ha tenido las menores condiciones de seguridad y de control. Asimismo, debemos tener presente que, respecto a auditorías, el régimen está atrasado por lo menos 11 años, cuando se comprometió con UNASUR (en reunión del 18 de abril de 2013 en Lima) a hacer una auditoria del 100% de las actas del proceso electoral del 14 de abril 2013. Es obvio decir que la misma nunca se cumplió. Es obvio que una nueva burla sería inadmisible”, aseguró.

"Teniendo en cuenta que el comando de campaña opositor ya presentó las actas por las que habría ganado la elección y el madurismo, incluido el CNE aún no ha podido presentar las actas por las que habría ganado lo cual a esta altura sería risible y patético sino fuera trágico; en este contexto resulta imperioso conocer sobre la aceptación de Maduro de las actas en poder de la oposición y en consecuencia aceptar su derrota electoral y abrir el camino al retorno a la democracia en Venezuela. De no hacerlo, sería necesaria la realización de nuevas elecciones, pero en este caso con las MOEs de la Unión Europea y la OEA presentes y un nuevo CNE para que se reduzca el margen de irregularidad institucional que plagó este proceso”, aseveró.

“La carga de las injusticias sobre el pueblo de Venezuela continúa, ese pueblo es víctima una vez más de la represión, sin lugar a dudas la característica gubernamental más relevante, fruto de una gestión ineficiente que ha sembrado las más graves crisis humanitaria y migratoria que ha conocido la región”, advirtió.

Los hechos más polémicos

Según la OEA, los hechos que imposibilitan otorgarle reconocimiento democrático a la elección

- La opacidad del CNE y su resistencia a la observación nacional e internacional,

- La extrema inequidad en la contienda,

- La intimidación y la persecución política,

- La supresión de candidaturas,

- Los ataques a la prensa y al derecho a la información,

- La demora en la apertura de centros de votación y en la divulgación de los resultados,

- La renuencia a permitir el ingreso de testigos de las fuerzas de la oposición a las mesas y centros de votación o entregarles la copia del acta de escrutinio,

- La suspensión en la transmisión de resultados desde distintos centros de votación,

- La interrupción del servicio de la página del CNE desde la noche del domingo,

- El anuncio de un supuesto hackeo al sistema de transmisión sin aportar prueba alguna y la contradicción entre los porcentajes anunciados y los ejercicios de verificación ciudadana que se hicieron públicos al concluir el escrutinio, que además coincidían con los muestreos y encuestas de boca de urna que aplicaron metodologías técnicas.