El invierno es la estación en la que más se registran enfermedades respiratorias o por alergias ante los bruscos cambios de clima. En este marco, la aparición de mucosidad es el síntoma más común y los especialistas explican qué significa cada uno de sus colores y cuándo debe ser visto como una alerta.

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Sea un cuadro alérgico o no, lo importante es actuar a tiempo para minimizar los síntomas y evitar que progresen a afecciones más graves como sinusitis, episodios asmáticos, bronquitis o neumonía. Es aquí donde la mucosidad será clave: su color nos indicará si se trata de una alergia, resfriado o gripe, pero siempre será importante acudir a un profesional de la salud.

Qué indica el color de la mucosidad

En cuanto al color y la textura del moco es importante indicar que “el único moco no infectado es aquel que es claro, transparente o blanco”, consigna Cuidate Plus. Este moco es el que se presenta cuando tenemos congestión nasal y suele aparecer ante un resfriado o proceso gripal.

Cuando el moco cambia de color y se transforma en verde, amarillento o de otra tonalidad “es un indicativo de infección”. También hay que tener en cuenta, además del color, el olor. “El moco no huele y si lo hace es porque también hay un proceso infeccioso”.

Al tener una infección, el color y viscosidad de los mocos cambia. “Cuando se tiene infección pasan de transparentes a blancos, posteriormente a amarillo y por último se tornan de color verde. Estos indican que el organismo está luchando contra la infección”, informa el doctor Juan Antonio Márquez Vácaro, médico de urgencias.

Los mocos amarillos “indican el avance de la infección y que las defensas del organismo, los glóbulos blancos, están llegando al foco de infección y luchando contra los gérmenes”, explica. El color amarillo no indica que exista una infección vírica o bacteriana, solo indica que hay infección, por lo que habrá que acudir al médico para que descarte una u otra y, en caso de que sea necesario, pautar antibiótico.

Los mocos verdes suelen indicar que el sistema inmunológico está luchando contra una infección. Cuando el organismo combate la infección, “la mucosidad se vuelve verde y espesa”. Según Márquez, en este caso, “deberíamos ir al médico, cuando los mocos verdes se prolongan durante varios días y cuando se acompañan de otros síntomas como fiebre”. Esto es importante para descartar un proceso grave como una bronquitis aguda o una sinusitis. Hay que señalar que “el color verde de los mocos tampoco es indicativo de infección bacteriana y tampoco es una razón suficiente para dar antibióticos”.

Además del blanco, el amarillo y el verde, es posible ver mucosidad de color rosada. En este sentido hay que tener claro que  “con el moco no debe haber sangre y, si la hay, puede ser por diferentes causas, que pueden ir desde una irritación en la zona interna de la nariz a algo más grave si el paciente presenta esputos mezclados con sangre”, comenta el profesional. En este caso, advierte el experto, “hay que ir a urgencias”.