El pan es ese alimento que está presente en casi todos los alimentos de nuestra dieta diaria. Es un gran vehículo para preparar las comidas más versátiles, haciéndolas fáciles de consumir. Sin embargo, este puede resultar no tan saludable debido a su baja calidad nutricional. Pero con unas modificaciones podemos hacer una comida que puede disfrutarse todos los días, esta es el pan de avena y yogurt.

Hamburguesas de avena y calabaza con pocos ingredientes para pasar el frío

El pan de avena y yogurt es una receta óptima para preparar si estás llevando a cabo una dieta baja en calorías o si simplemente querés comer algo más saludable. Principalmente, el pan blanco regular que conseguimos en las panaderías es sometido a un proceso de refinamiento en su preparación que hace que pierda muchas propiedades, debido a que no contiene el germen de trigo y el salvado.

¿Cómo hacer el pan de yogur y avena saludable?

Este último es muy bajo en sus niveles de fibras, vitaminas y minerales, a la vez que propone una concentración muy alta de almidón que dificulta la digestión y el metabolismo. Sin embargo existen formas muy sanas de comer este alimento aportando carbohidratos de buena calidad a la vez que no renunciamos a las deliciosas tostadas del desayuno o ese alimento que sirve para hacer tartas, postres dulces y snacks.

¿Cómo hacer este delicioso pan?

Hacer esta receta es sumamente sencillo, es baja en grasas y carbohidratos. Solo necesitamos los siguientes ingredientes:

Ingredientes

- 100 gramos de harina de avena

- 200 gramos de yogur griego natural

- 40 gramos de clara de huevo

- 8 gramos de levadura (2 cucharaditas)

- Una pizca de salla de semillas

Elaboración

1. Precalentar el horno a 180ºC. Disponer en un recipiente la harina de avena mezclada con con la levadura y una pizca de sal.

2. Añadir el yogur sin líquido y la clara. Mezclar hasta tener una masa homogénea, algo húmeda y espesa.

3. Con una cuchara grande, dividir la masa en cuatro o cinco porciones separadas, formando montoncitos. Con las manos o una cuchara más pequeña humedecida, dar forma redondeada. Si se hacen más gruesos saldrán más redondos, hay que procurar no dejarlos muy planos.

4. Cubrir con semillas al gusto y hornear durante unos 18-20 minutos, o hasta que estén tostados. Luego dejar enfriar sobre una rejilla antes de cortar y ¡listo! así tenés una preparación para mejorar tus desayunos de todos los días.