Se dice que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Actúa como una barrera protectora contra patógenos y la radiación, regula la temperatura y contiene una vasta red de terminaciones nerviosas. La piel es compleja y es clave; por ello es importante cuidarla adecuadamente y realizar diversos tipos de controles dermatológicos para mantener su salud. Todos deben hacerlo, pero sobre todo aquellas personas con piel clara, con historial familiar o con exposición excesiva al sol. Esta porción de la sociedad tiene más predisposición a sufrir lesiones que puedan producir melanoma, el tipo más peligroso de cáncer de piel. Por suerte, cada vez más se desarrollan tecnologías de análisis y de prevención: y en Tucumán existe un novedoso equipo que permite “mapear” tu cuerpo e identificar lesiones, lunares y su posible evolución.

Parece de otro mundo: un enorme robot con cámaras integradas toma imágenes de tu cuerpo; las une digitalmente y construye un mapa de tus lunares. Con el equipamiento se puede amplificar la imagen hasta observar estructuras indetectables para el grupo humano. Sobre ello nos cuenta el médico dermatólogo Agustín Bollea Garlatti, especialista en cáncer de piel y cirugía de Mohs. “Es una tecnología que en el mundo existe hace 15 años, pero en el país son muy pocos los equipos que hay. Hay en el Hospital Italiano y en el Hospital Alemán, en Buenos Aires; y alguno más en Córdoba y Rosario. Este es el único en todo el noroeste” , explica a LA GACETA.

“Es un estudio que tiene una duración de 40 minutos y se debe realizar de forma anual, para llevar un control. Está indicado para pacientes con antecedentes personales o familiares de melanoma, para personas con más de 50 lunares o con lunares de nacimiento”, advierte.

Nuevas posibilidades

El médico explica que, en términos dermatológicos, algunos pacientes suelen hoy prestar más atención a la parte estética. “Pero la piel es muy importante. Y últimamente hay más difusión, por lo menos del mapeo de lunares, a través de campañas, de controles. De a poco la gente comienza a prestar atención a cosas que quizá antes no; hoy en día, además, vemos que los más jóvenes tienen más conciencia con el cuidado de la piel, más que el que tenían nuestros padres o abuelos”, dice.

Y para nuevos intereses, es necesario nuevas herramientas. “Este equipo es un gran avance para la detección temprana del cáncer de piel. Se lo llama dermatoscopia. Lo primero que hacemos con el estudio es tomar fotos; el paciente se para en ropa interior y el equipo toma fotos de todo el cuerpo, en distintas posiciones. Las imágenes son en altísima resolución y se toman con flash y con una luz polarizada que permite ver mejor las lesiones. Luego, con una pistola, se apoya en cada lunar y se graba cada uno por aparte”, enumera.

Por qué salen los "lunares rojos” y qué indican sobre nuestra salud

Cuando el escaneo está listo, los resultados se muestran automáticamente: utilizando inteligencia artificial, el sistema reconoce cada una de las manchas y lesiones de la piel, las agrupa según su nivel de alerta y las identifica con círculos en verde, amarillo o rojo. Si la lesión es peligrosa, se retira posteriormente con una intervención ambulatoria.

Prevención

Este “mapeo” de lunares es mucho más preciso que las técnicas convencionales, y el experto nos lo muestra: sólo con algunos clics se puede ver la morfología de una mancha ínfima, o incluso anticipar cómo evolucionarán en el cuerpo otro tipo de manchas. Así, se previene el cáncer. “El problema con las lesiones malignas, que producen el melanoma, es que a veces pueden ser de muy pequeñas y tienen posibilidad de dar metástasis. Por eso este tipo de estudios son muy importantes en los pacientes que tienen esos factores de riesgo. Generalmente es suficiente con realizarlo una vez al año: luego se superponen las imágenes y así comparamos la evolución de algunas lesiones, o si hay nuevos lunares en la piel del paciente, aunque sea un punto de un milímetro -destaca-; por eso siempre decimos que el paciente debe estar muy atento a si ve alguna lesión nueva o algún cambio en lesiones que ya tiene. Ese debe ser siempre un signo de alarma para iniciar una consulta”.