En Tucumán y en sus zonas de influencia finalizó la campaña 2024 de poroto. En nuestra provincia, la superficie sembrada anduvo en el orden de las 13.000 hectáreas. “Como características principales de esta campaña se puede mencionar que el cultivo se sembró dentro de las fechas recomendadas para nuestra zona (primera quincena de febrero), con buenas condiciones de humedad en el suelo. En algunos casos se realizaron siembras tempranas -a fines de enero-, que fueron afectadas por las altas temperaturas y la poca humedad en el suelo”, contó Clara Espeche, coordinadora del proyecto Legumbres Secas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
Señaló que, en general, las precipitaciones resultaron favorables para los primeros estadios del cultivo. “Sin embargo, en algunas zonas se registró un período de 10 días sin lluvias, lo que sumado a las altas temperaturas generaron en condiciones favorables para la presencia de podredumbre carbonosa, causada por Macrophomina phaseolina”, indicó. Añadió que durante marzo se observó un buen aporte hídrico al cultivo, lo que resultó favorable ya que este se encontraba entre prefloración y floración, dependiendo de la fecha de siembra.
“Desde el punto de vista sanitario, estas condiciones favorecieron la aparición de los primeros síntomas de mustia hilachosa, otra enfermedad que se vio en forma generalizada en las zonas evaluadas, como el este y el sudeste de Tucumán, oeste de Santiago del Estero y sur de Salta”, señaló Espeche.
Destacó que las precipitaciones, que continuaron durante abril, resultaron un factor determinante. “Causaron que el ciclo del cultivo se extendiera; sobre todo en las variedades de hábito indeterminado: que se vio en todas las variedades de poroto negro y principalmente las que son de ciclo largo como ser Leales 15, Leales 24 y algunas variedades de origen brasilero; de poroto blanco PF1, Leales 22, entre otras. Hacia fines de abril y principios de mayo había lotes que estaban iniciando llenado”, dijo.
Indicó que las heladas de mayo produjeron daños de diferentes magnitudes. “A nivel foliar fueron contundentes en la mayoría de las situaciones. Si bien en ese momento era difícil determinar el daño en el grano, con datos poscosecha se advirtió que este daño (decolorido y morado) rondó de un 10% a un 15%, con extremos en el orden de un 30%”, precisó.
Los rindes fueron muy heterogéneos en las zonas consideradas. “En el oeste de Santiago del Estero hubo lotes de 1.100 a 1.400 kilos por hectárea (kg/ha). En zonas del sudeste de Tucumán fueron más bajos, con lotes que no superaron los 1.000 kg/ha. En muy pocas situaciones hubo rindes de 1.500 a 1.700 kg/ha”, detalló.
Espeche consideró importante difundir los datos de la Jornada de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera) sobre la situación del poroto en la presente campaña, que se realizó el martes en Salta. “A nivel país se sembraron 190.000 hectáreas de poroto negro, con un rinde medio de 900 kg/ha, y un precio por tonelada que ronda los U$S 1.100. Los porotos de colores fueron más afectados por la situación de la campaña. En el caso del cranberry, de las 42.000 hectáreas sembradas en el NOA se cosecharon 31.000, con un rinde medio de 600 kg/ha”, dijo.
Agregó que en el caso del poroto rojo oscuro y claro -DRK y LRK-, se sembraron 44.000 y 14.000 hectáreas, respectivamente. Se remarcó que hay un déficit a nivel mundial de DRK y que el precio por tonelada llega a U$S 1.600. En el caso del LRK, este precio alcanza los U$S 1.450. “El poroto alubia presenta la situación más crítica. De las 170.000 hectáreas sembradas se cosecharon 144.000, con un rinde medio de 500 kg/ha”, destacó. Se evidencia una baja producción para todos los porotos -sobre todo, para lo grandes-. En este sentido, los expositores coincidieron en que si bien es muy importante cumplir con los contratos, más necesario es resguardar semilla para la próxima campaña.