Diversas investigaciones dieron cuenta de cómo las radiaciones de divesos dispositivos pueden tener efectos negativos en nuestra salud, promoviendo la aparición de ciertas enfermedades y cambios a nivel neurocognitivo. La misma inquietud puede aparecer con respecto a la conexión a Internet, el célebre Wi-fi.

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Una publicación de hace aproximadamente dos años de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre Cáncer o IARC clasificó a los campos electromagnéticos utilizados en la comunicación de los teléfonos celulares como un posible cancerígeno, lo que pronto puso en cuestionamiento la potencial amenaza y la falta de consulta científica, así como acciones que regulan y protegen a los usuarios de este tipo de dispositivos.

¿Cuál es el efecto de la radiación del Wi -Fi en nuestro cerebro?

Sin embargo, los consensos sobre estas advertencias no están definidos y por ende las alertas no son mayores. Al mismo tiempo esta inquietud surge a la hora de pensar a los campos electromagnéticos y los niveles de radiofrecuencia a los que están expuestos los individuos respecto a las conexiones inalámbricas y el Wi - Fi.

Según algunos especialistas, esta tecnología de red inalámbrica puede afectar al desarrollo cerebral de los niños y muchos especialistas han abogado por retirarlo de los centros educativos. De acuerdo a el director del Laboratorio de Bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, el doctor Ceferino Maestu, “Su cerebro aún está en proceso de formación y los campos electromagnéticos pueden afectar a su desarrollo”. El profesional advierte que se han observado alergias y trastornos que podrían relacionarse a este tipo de conexión y su radiofrecuencia.

La radiación de los teléfonos móviles podría causar efectos en la salud, aunque los estudios no son conclusivos.

Sin embargo, una serie de investigaciones de ingeniería de alta calidad han provisto de buena, aunque no completa, evidencia para entender los niveles de radiofrecuencia del Wi - Fi y sus efectos en los individuos expuestos. Estos han definido que la exposición a la radiofrecuencia del Wi-fi y las conexiones inalábricas están lejos de alcanzar los límites a los que pueden exponerse los humanos, por lo que no debería ser motivo de preocupación.

¿Son realmente las redes inalámbricas una amenaza para nuestra salud?

Por último, un macroestudio publicado en la prestigiosa revista Critical Reviews in Environmental Science and Technology ha sustentado las conclusiones de que el Wi -Fi no tiene nigún efecto en nuestro cerebro. Se destaca en la investigación que  las radiaciones electromagnéticas que emiten el WiFi o el ya cuestionado anteriormente 5G no afectan negativamente a los humanos ya que su onda es muy larga y su potencia muy baja. Por lo tanto, está muy por debajo de los niveles de radiación ionizante.

Los cambios que puedan producirse a nivel cognitivo no son producidos por los niveles de radiofrecuencia del Wi- Fi, si no más bien por las exposiciones prolongadas a los teléfonos celulares y sus contenidos, lo que de cierta manera puede afectar al funcionamiento cerebral. Sin embargo los campos electromagneticos del Wifi y su radiación están lejos de ser una amenaza.

Para que este tipo de radiación tenga consecuencias en nuestra salud deberíamos exponernos a elementos químicos como el uranio, uno de los más radiactivos y capaces de provocar enfermedades, deformaciones, cambios en el ADN e incluso la muerte. Mientras que el las conexiones inalámbricas y el W- Fi están lejos de provocar esos efectos.