Los días pasan, los años pasan y muchos docentes (en su mayoría) ya cansados, con los cientos de caminos recorridos, no vemos la hora de culminar nuestra tarea, a veces reconocida, a veces mal mirada, a veces criticada y mal pagada... pero cada uno sabe la huella que dejó en ese largo camino. En muchas provincias argentinas los docentes tienen el beneficio de jubilarse con 50 años de edad, con los años de servicio que dice la ley. Me lleva a recordar que hubo un tiempo que en Tucumán los docentes se jubilaban con 25 años de servicio sin límite de edad, hoy ya un sueño. Sólo nuestros hijos o el entorno familiar conocen la realidad que vivimos. ¿Acaso no merecemos terminar nuestros días disfrutando de los nietos y la familia? Nunca pudimos ir a un acto de inicio o finalización de clases de los hijos; o cuando pasaron a la Bandera. Nos dicen que somos esenciales, pero somos los dinosaurios del sistema; muchos colegas y amigos se nos adelantaron en el camino de la vida y ahora visten un sobretodo de madera y sólo quedan en el recuerdo. Es hora de ser reconocidos... ¡Jubilación docente con 25 años de servicio sin límite de edad! Merecemos tener una vida. Merecemos disfrutar a nuestros nietos.

Claudio Félix Carlos Ybrahim 

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