Después de 36 años desde los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, donde Ángel Bello y Claudio Pafundi representaron a Argentina en tiro con arco, el país volvió a tener un competidor en esta disciplina. Se trata de Damián Jajarabilla, un apasionado del mundo medieval y las historias de fantasía, que descubrió y se enamoró del tiro con arco hace once años. En ese sentido, tuvo su debut absoluto en París y finalizó en el puesto 52 de la clasificación, que consta de 72 disparos divididos en 12 rondas, sobre 64 participantes. De esta manera, se enfrentará el miércoles al uzbeco Sadikov Amirkhon, por los 32avos de final.

Desde pequeño, Jajarabilla, originario de Mar del Plata, se fascinó con las historias medievales donde el arco y las flechas eran esenciales. Practicó varios deportes durante su juventud, incluyendo voleibol, fútbol, natación, gimnasia artística, baloncesto, kayak y handball, pero encontró su verdadera pasión en la arquería debido a su complejidad. En 2013, se inscribió en el Tiro Federal de Mar del Plata y a los 14 años ya representaba a la Selección Nacional, compitiendo en su primer Sudamericano en Chile.

Damián se ha dedicado profundamente a estudiar y mejorar en este deporte, entendiendo que la competencia de alto nivel requiere más que técnica: necesita trabajo físico, kinésico y psicológico. A pesar de ser la principal figura del tiro con arco argentino, Jajarabilla ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo superar su timidez y los altos costos del deporte.

Un arco competitivo cuesta alrededor de cinco mil dólares y las flechas, que deben renovarse dos veces al año, valen 800 dólares por docena. Además, la falta de un entrenador personal ha hecho su camino más difícil y solitario.

Estas dificultades lo llevaron a considerar seriamente su retiro, incluso escribió una carta de renuncia a la Federación Argentina. No obstante, después de una conversación con Laura Fontana, su directora técnica, decidió continuar. Con ese desafío, terminó tercero en el Preolímpico Panamericano de Medellín, asegurando su lugar en los Juegos Olímpicos de París.