Como dice la canción “salgo a caminar y no sé qué voy a encontrar”; diariamente recorro la varias cuadras de la Av. Sarmiento. Y resulta increíble cómo la Municipalidad, la SAT y la Empresa 9 de Julio acentúan las diferencias entre los vecinos tucumanos. Mientras el cordón de la platabanda está impecable, porque lo barren con máquina semanalmente y lo pintan cada tanto, como ocurrió el 7 de julio, las cunetas en frente dan asco. La acumulación de arena, tierra, hojas de árboles en proceso de descomposición y restos de cosas que preferiría no encontrar allí, se combinan con agua de pérdidas y aguas negras para generar un fango maloliente. Así las cosas, en los últimos meses llegamos al colmo de que en la esquina con Monteagudo alguien se ocupa de acumular la basura y embolsarla para que la recoja algún camión a su paso y, en lugar de eso, los desperdicios vuelven a ser desparramados por los vehículos que pasan por el lugar en una historia sin fin que se repite como el “día de la marmota” desde hace meses. ¿Nos darán una solución ahora? No creo, pero al menos, me saqué las ganas de contarlo.

Marcelo Daniel Castagno 

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