El cartílago es una especie de “colchón” que se encuentra en nuestras articulaciones. Es el encargado de proteger a los huesos absorbiendo cargas específicas y previniendo que estos se rocen. Existen dolores que indican que el tejido ya no cumple su función.

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Los huesos se unen mediante el cartílago que es un tejido encargado de permitir que los mismos se deslicen y se produzca el movimiento. Se trata de un tejido firme pero flexible que recubre los huesos en la articulación. Así los huesos no se rozan en sus uniones y el cartílago protege de que los mismos se toquen.

¿Cuáles son los dolores que aparecen cuando se desgasta el cartílago?

El cartílago se presenta en articulaciones como los dedos, muñecas y rodillas. Cuando este tejido se inflama o lesiona puede causar síntomas de dolor y limitación del movimiento así como conducir a daños articulares e incluso deformidades. Por ello es importante saber identificar cuando este no cumple su función.

En el caso de articulaciones como las rodillas, el desgaste del cartílago provoca síntomas bastante significativos. Algunos de los signos son dolores al subir y bajar las escaleras, al levantarse de una silla y sentarse en la cama. También puede experimentarse rigidez intermitente en la rodilla.

Cuando el cartílago se desgasta se produce la artrosis.

¿Qué signos indican que se ha desgastado el cartílago de las muñecas?

En esta articulación también puede presentarse inflamación en el área de la rótula que se percibe a simple vista, a la vez que un bloqueo articular que puede hacer que la articulación se estire. Esto puede llevar a una posterior rotura de meniscos que requiere atención médica inmediata. También se produce la limitación de la movilidad debido a que la rodilla se encuentra siempre extendida o doblada.

La sintomatología en otras articulaciones con desgaste del cartílago es similar a la de la rodilla. En el caso de las muñecas, la desaparición de este tejido provoca el endurecimiento de las superficies óseas y la creación de nuevo tejido en la periferia de la articulación, lo que provoca rigidez, entumecimiento y dolor cuando se intenta mover la articulación. Estos signos dan lugar a la llamada artrosis de muñeca.