En 1912 el francés fundador de los Juegos Olímpicos, Pierre de Coubertin, dijo que tener mujeres en la competencia era “poco práctico, poco interesante e inapropiado” en respuesta a los esfuerzos que hacían las atletas para llegar a las más importantes instancias deportivas.

La edición de este año de los Juegos Olímpicos marca el máximo alejamiento de la visión de De Coubertin. Ocurre que el acontecimiento que será inaugurado en París este viernes 26 de julio es el primero de la historia donde el cuerpo de atletas estará integrado por mitades iguales de hombres y de mujeres. 

Hace 100 años, en la misma sede francesa, menos del 5% de los atletas participantes eran mujeres. En la primera edición donde las mujeres participaron, los Juegos de 1900, tan sólo representaron el 2,2% del total de deportistas.

Los Juegos Olímpicos tardaron 128 años en ser igualitarios. Por eso los de París reciben el nombre de "Juegos de la Igualdad”. Ese logro está acompañado de algunas medidas, como la instalación de guarderías para aprovechamiento de los hijos de las y de los deportistas.

La Villa Olímpica contará con el primer servicio maternal de los Juegos. Se trata de una sala patrocinada por P&G, que funcionará entre las 9 y las 21, y estará equipada para brindar cuidados a los niños pequeños durante los juegos Olímpicos y Paralímpicos. 

Los desafíos por resolver

Si bien los de París ya harán historia en cuanto a la igualdad de participación en el espectáculo deportivo, los Juegos son más que eso. Y en los "staffs" de la organización siguen preponderando los varones. No es una dimensión menor del tema si se considera que en Tokio 2020 participaron alrededor de 11.000 atletas y 79.000 trabajadores, es decir, un atleta cada siete trabajadores de soporte de los Juegos.

En esta otra cara organizativa, la desigualdad de género permanece en pie. Lo mismo sucede en el terreno de las retribuciones, particularmente de los ingresos que generan los y las atletas. En todas las disciplinas que se presentan en los Juegos Olímpicos las mujeres perciben ingresos menores que sus pares hombres y, además, tienen menos patrocinios. Entre los 100 atletas mejores pagados del mundo no hay ni una sola mujer, de acuerdo con la lista de Forbes para 2024.

Se estima que el 25% de los entrenadores serán mujeres en los Juegos de París. Esto representa un crecimiento del 12% en comparación con los Juegos de Tokio, donde sólo hubo un 13%. Si bien hay avances, la situación actual implica que de cada cuatro coaches, al menos tres son hombres.

Otro de los grandes retos, es el que enfrentan las periodistas deportivas. Aunque la cantidad de comentaristas mujeres en París aumentó en casi el 80% en relación con Tokio 2020 y el 200% en comparación con Río 2016, el equipo encargado de la transmisión oficial, Olympic Broadcasting Services, contrató solo a 35 mujeres para un total de 92 puestos laborales.

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