A veces las horas del día no son suficientes y debemos extender la jornada para hacerla más larga y allí disponer las actividades que quedaron pendientes. Pero este movimiento puede no resultar tan conveniente ya que puede causar estragos en nuestra salud, como en nuestra presión arterial.

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Cuando nos acostamos tarde probablemente no tenemos en cuenta que el día comenzará a la misma hora y que seguramente el horario de entrada al trabajo o la universidad será el mismo tiempo que el usual. No solo es que esto provocará que nos despertemos más cansados y menos dispuestos a realizar nuestras obligaciones si no que además puede alterar nuestra presión arterial.

No solo es el dormir poco, es también irse a dormir tarde lo que puede afectar nuestra presión arterial

De acuerdo a un estudio de 2023 publicado en AHA Journals, posponer las horas de irse a dormir tiene mayores consecuencias en nuestra salud, particularmente afectando a nuestra presión arterial y aumentando el riesgo de padecer presión alta. Esto no solo sucede cuando experimentamos pocas horas de sueño, si no también cuando dormimos lo suficiente pero nos vamos a la cama tarde.

Así es que el horario en que nos vamos a dormir, independientemente de cuántas horas de sueño consigamos, tiene un efecto en nuestra presión arterial. “Esto indica que las personas deben considerar no solo cuánto tiempo duermen, si no también reconocer la importancia de mantener una agenda de sueño regular para lograr una mejor salud cardiovascular”, compartió Danny Eckert profesor de la Escuela de Medicina y Salud Pública de la Universidad Flinders en Adelaida, Australia.

El estudio anteriormente mencionado se llevó a cabo a través de un período de nueves meses que tomó en cuenta a unos 12000 adultos en su mayoría hombres de mediana edad que padecían de sobrepeso algunos con problemas de presión alta y otros sin presentarla.

La presión arterial es más alta al irse a dormir tarde.

La investigación reflejó datos lo suficientemente conclusivos para dar cuenta cómo los horarios en que vamos a dormir afectan a nuestra presión arterial. Un retraso de 24 minutos al momento de ir a dormir aumentó el riesgo de los participantes de padecer de presión alta en un 32%, mientras que un atraso de 90 minutos o más aumentó las posibilidades en un 92%.

¿Por qué podemos padecer de presión arterial alta si nos vamos a dormir tarde?

No se pudo obtener información lo suficientemente clara sobre la explicación de por qué posponer las horas de sueño puede alterar la presión arterial. Sin embargo existen algunas teorías sobre estos resultados. Según estas formulaciones esta situación puede interrumpir el ritmo circadiano del cuerpo.

El ritmo circadiano es el conjunto de cambios físcios, mentales y comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas y que responde a un reloj interno que sincroniza los momentos del día con los cambios en el organismo. Mantener un sueño regular asegura que nos levantemos aproximadamente en los mismos horarios del día y nos durmamos en los mismos momentos.

Respetar nuestro ritmo circadiano puede asegurar no solo que durmamos las suficientes horas si no que también mantengamos el ciclo circadiano consistente. Este último afecta a la capacidad de regular la presión arterial que puede verse disminuida por las interrupciones en el reloj biológico. Esta explicación da cuenta de cómo los trabajadores que trabajan de noche, por ejemplo, presentan un ritmo circadiano alterado y por ende son más propensos a sufrir de presión arterial alta.