Ante la propuesta de reforma constitucional planteada por el gobernador, Osvaldo Jaldo, tres referentes de distintas fuerzas políticas y ex convencionales en 2006 expusieron sus posturas en Panorama Tucumano con Federico Van Mameren como moderador. Mientras Carolina Vargas Aignasse (Partido Justicialista) defendió la iniciativa argumentando que sería la oportunidad de mejorar el sistema de elección y reparar “la relación entre la ciudadanía y sus representantes”, mientras que Juan Roberto Robles (Unión Cívica Radical) y Martín Correa (Partido Obrero) se mostraron más escépticos sobre la posibilidad real de avanzar con estos cambios sobre la Carta Magna y su potencial impacto sobre los tucumanos.
Replanteo
La legisladora justicialista reconoció que en la reforma realizada hace 18 años atrás se cometieron errores que quedaron evidenciados con las impugnaciones planteadas por el Poder Judicial y que esta oportunidad, impulsada por el Ejecutivo provincial, representa la posibilidad de sanear aquellas falencias y mejorar otros aspectos claves de la convivencia democrática. “Tenemos que fortalecer los partidos políticos para que ese sea el lugar donde se debatan ideas y definan candidaturas”, declaró.
“La gente hoy no está pensando en la reforma, sino en llegar a fin de mes y viviendo el día a día. Sin embargo, considero importante y saludable que Jaldo y Miguel Acevedo hayan tomado el tema y lo hayan propuesto”, dijo. Y agregó: “Tenemos que pensar en la gente, en su día a día, con la gestión de gobierno; y también en evitarle la proliferación de cuartos oscuros repletos de boletas donde no encuentran una representación real porque con los acoples se ha dinamitado la relación de la gente con sus representes y se destruyeron valores democráticos”.
Vargas Aignasse también dejó en claro que las posturas del oficialismo en la Legislatura no son unánimes y se diferenció de aquellos cinco legisladores que presentaron el proyecto para declarar la necesidad de reforma. “Esa iniciativa no contempla la voluntad de todos los legisladores. Esto recién es el inicio de un largo camino de discusión”, aseguró.
Cumplir lo escrito
En representación de la UCR, Robles afirmó que más allá de plantear cambios sobre texto modificado hace 18 años lo que hace falta en la provincia es dar cumplimiento a lo establecido y promover el control de la gestión púbica con organismos de contralor, independientes del partido gobernante. “Hoy no hay control y si el gobierno tuviera buena voluntad generaría mayor transparencia”, dijo.
En esta línea, el letrado insistió en que al sistema democrático “le hace falta transparencia e institucionalidad” y que los cambios propuestos lejos están de esos objetivos porque solo pretenden “pergeñar un partido político con el cambio de secciones electorales y así no habrá representación de minorías”.
Najar, sobre la reforma constitucional en Tucumán: "Un acople no garantiza la preponderancia"Además de asegurar que las reformas de 2006 significaron “la destrucción de la república” porque otorgaron “poderes superlativos al Poder Ejecutivo”, Robles expuso que la ciudadanía “no quiere una nueva reforma” y que entre los principales objetivos de este proceso, el gobierno busca tener “jueces adictos”.
Incertidumbre
Correa relató que en 2006 sabía que lo que se planteaba “era un verso” y hoy eso se cristaliza con mayores niveles de desempleo, inseguridad y pobreza. “Ahora, vamos a una pretendida reforma de la mano de aquellos que acompañan el ajuste más grande de la historia, tal cual lo dijo el presidente, Javier Milei. Desconfío que la reforma de ahora mejore la vida de los tucumanos. La ciudadanía pide el fin de los acoples, pero en 2005 también pedía el fin de los sublemas y vinieron los acoples. La verdad es que no queda en claro a qué sistema se quiere ir ahora. Y no creo que Jaldo tenga buenas intenciones porque buenas intenciones tendría si plasmaría en esa reforma las necesidades de la gente”, postuló el dirigente obrero.
En este sentido, Correa sostuvo que en caso de que verdaderamente el gobierno avance en la reforma no hay que perder de vista de que esos cambios están “atados a los destinos del país”. “Las reformas están atadas a los destinos del país. Si el proyecto de Milei fracasa, la sociedad entre Milei y Jaldo no tendrá un buen final y no creo que el gobernador tenga espalda política para avanzar en una reforma”, remarcó.
Ante las diferencias que se evidenciaron en el oficialismo a partir de la propuesta de reforma, el referente del PO subrayó que el gobernador y su compañero de fórmula no parecen ir por el mismo camino y eso le hace “desconfiar” en el destino de la reforma propuesta. “Jaldo lanzó la idea y ahora hay que ver si la cumple. No sé si esto es algún tipo de maniobra para ocultar los problemas reales de la ciudadanía en una provincia que no está bien”, dijo. Y lanzó: “No querría que se haga porque las prioridades no están puestas en una reforma constitucional”.