Vialidad de la Provincia y la Policía tucumana han comenzado a trabajar en conjunto para proteger las señales viales, que son constantemente vandalizadas o robadas. El titular de la repartición vial informó que se están reponiendo entre 20 y 25 carteles por día, principalmente letreros verticales, que cuestan unos $ 250.000 cada uno. Entre las medidas a utilizar se contempla la colocación de chips  que permitirán, según explicó, saber si alguien se los llevó y dónde se encuentran, para lograr recuperarlos y demandar penalmente a los autores.

El funcionario dijo que los robos y daños se registran fundamentalmente en los tiempos de zafra y en la zona Este de la provincia. Añadió que ya se iniciaron todos los trámites correspondientes para la compra de los chips y que los colocarán en los carteles que vayan siendo reemplazados. El jefe de la Unidad Regional Este de la Policía, por su parte, señaló que en los últimos tiempos se incrementaron los recorridos en las rutas provinciales y nacionales de la jurisdicción para evitar robos y vandalismo pese a que -explicó- no tienen denuncias al respecto, lo cual da a entender que Vialidad, por determinados motivos, no había dado a conocer o bien la Policía no había actuado de oficio en su momento.- Al respecto, se recuerda que el anterior director de Vialidad había expresado en 2019 su impotencia por la acción de los vándalos: “Es una barbaridad la señalización que roban y que dañan. Se gasta mucha plata y la verdad es que no se refleja en el bienestar del usuario, porque tendríamos que colocar nuevas señales constantemente”. Se trataba del mismo funcionario que, además, remarcaba que, por su escaso presupuesto, Vialidad no tenía dinero para el mantenimiento de los caminos. En la nota de 2019, un funcionario de Vialidad nacional contaba que en 2018 la Nación colocó 294 nuevas señales en la provincia, pero los ladrones se llevaron el 60 %, y que en la ruta nacional 157 desaparecían 15 señales por semana; en la nueva traza de la 38, en un solo día se robaron todas las advertencias de curva que había entre Famaillá y Monteros. Un vecino de la ruta 157 daba cuenta de la intensidad del vandalismo:  “En julio, en época de vacaciones, acá deben parar 10 autos por día para preguntarte cómo pueden hacer para ir a… La gente se queja por la falta de señalización, que es tremenda. Para mí es una conversación de todos los días”. “Es un daño tremendo porque lo que puede haber sido hecho como diversión puede terminar generando una tragedia”, dijo el jefe policial. Se recuerda, en este sentido, el terrible vuelco de un ómnibus con turistas de Mendoza en 2019, con un saldo de 15 muertos, a causa de la falta de señales viales.

Por todo esto, la nueva estrategia que se implementa puede dar lugar a un principio de solución a un problema endémico que caracteriza a nuestra provincia. Es de suponer que otra actitud y las nuevas medidas marcan un camino hacia un cambio cultural de reconocimiento de la utilidad de las señales y de su significado para la sociedad.