Son pocas las personas dispuestas a renunciar al dulzor propio de los budines, los bizcochuelos y las galletas. Por ello, la industria de alimentos en pos de reducir la ingesta calórica de los productos ha decidido promover a los edulcorantes y enviar artículos a la categoría de “saludable”. Sin embargo a veces esta opción no es tan sana.

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El consumo de los edulcorantes ha aumentado en los últimos años como un sustituto al azúcar, siendo capaz de agregar dulce a los productos a la vez que reduce las calorías aportadas por el segundo. Sin embargo, estudios muestran que los edulcorantes han se han relacionado con enfermedades como la obesidad y la diabetes.

¿Los edulcorantes son más recomendables que el azúcar?

En la mayoría de ocasiones, los productos edulcorados tienen como etiqueta la frase “sin azúcares añadidos”, “light” o “cero”, lo que muchas veces puede introducirse en la conciencia colectiva de los consumidores como un alimento sano. Sin embargo la profesora e investigadora de CiberOZN, Itziar Eseberri, desaconseja el consumo de los mismos, debido a que tienen un interés nutricional muy bajo.

Las comidas con edulcorante tienen un valor nutricional muy bajo.

"Suelen ser galletas, dulces, refrescos… Productos que, aunque se elimine el azúcar, no aportan mucho valor nutritivo", destaca la especialista. Además los edulcorantes tienen una capacidad de endulzar muy alta, lo que puede resultar en un problema: "Con poca cantidad, se consigue un alimento muy muy dulce y nuestro paladar se acostumbra a ese nivel de dulzor". Esto puede provocar que tengamos más hambre y de esta manera alterar los niveles de azúcar en sangre.

¿Cuándo es mejor optar por el azúcar?

A su vez los edulcorantes pueden alterar nuestro gusto por las comidas, haciendo que encontremos menos atractivos alimentos naturalmente dulces como las frutas, y que prefiramos comer productos más azucarados. Por ello, Eseberri resalta que ni los azúcares añadidos ni los edulcorantes son recomendables y lo mejor es dejarlos para un consumo ocasional.

Los edulcorantes pueden aumentar las ganas de comer dulce.

La especialista al ser consultada por un producto con azúcar y otro con edulcorante fue tajante con su respuesta, destacando que ambos deben ser para consumo esporádico. "No debemos comer una tableta de chocolate entera, alegando que en lugar de azúcar tiene edulcorante", resalta Eseberri. Lo ideal, en su opinión, es ir acostumbrando al paladar a sabores menos dulces y más auténticos.