Kamala Harris tiene el apoyo de Joe Biden y de Bill Clinton, mientras Barak Obama juega sus cartas en favor de su esposa Michelle Obama, antes de la decisión que debe tomar la Convención Demócrata. La vicepresidenta aún no tiene el camino despejado para lograr la nominación que le permitiría competir contra Trump. 

En este escenario político, los gobernadores de Illinois y de Michigan, J.B. Pritzker y Gretchen Whitmer respectivamente, continúan en carrera y tomarán su decisión en los próximos días. 

Clinton y Obama conocen como son los procedimientos políticos en Washington, y cada uno de los expresidentes se ajustó al guión que estaban protagonizando cuando se inició la cuenta regresiva para terminar con la candidatura de Biden.

Las diferencias entre Clinton y Obama

Por un lado, Clinton apoyó a Biden hasta el último minuto, mientras que Obama se mostró prescindente en esa decisión. Los comunicados de prensa de los ex presidentes, cuando Biden ya había reconocido su caída, exhibieron sus distintas estrategias.

“Ahora es el momento de apoyar a Kamala Harris y luchar con todo lo que tenemos para elegirla”, postearon Bill Clinton y Hillary Clinton en la red social X.

“Tengo una extraordinaria confianza en que los líderes de nuestro partido podrán crear un proceso del que surja un candidato destacado”, sostuvo Obama en su declaración sin mencionar a Harris. 

Las diferencias entre Clinton y Obama pone en evidencia una profunda interna en el partido Demócrata. A Harris no le alcanza con el tándem Biden-Clinton para lograr la candidatura en la Convención, ya que hasta ahora sólo sumó a los delegados de su distrito -California- y el Caucus Afroamericano del Congreso.

Cada sector en su tablero

El apoyo de Biden no significa que tenga sus delegados, y respecto a los fondos de la campaña habrá una larga discusión para determinar si pertenecen al ticket oficial o se derivan al Partido Demócrata hasta que se designe candidato en la Convención que sesionará el 19 de agosto en Chicago.

Asimismo, el partido Demócrata tiene una facción en la izquierda que siempre designa a su propio candidato. En 2016 contra Hillary Clinton y en 2020 frente a Biden, ese sector apoyó la candidatura de Bernie Sanders. Si lo hicieron cuando había candidato consensuado, es muy probable que también lo hagan en 2024, ante la crisis interna que causó la declinación de Biden.

El bloque liderado por Obama hay demócratas que se ubican en el centro del tablero y tienen muchos votos en Kentucky, Pennsylvania, North Carolina, Michigan, estados clave para derrotar a Trump en noviembre. Ese bloque no apoya -en principio- a Harris. Y el comunicado de Obama evitando su nombre es una señal nítida. Desde esta perspectiva electoral, el expresidente busca otro candidato para sumar votos en tres grupos electorales que repelen la imagen política de Harris.

La convención ya tiene fecha

La precandidata nominada por Biden no logra empatía con la clase trabajadora independiente de los estados industriales -como J.D. Vance, compañero de fórmula de Trump-, tiene dificultades para comunicarse con el electorado hispano que cuestiona la situación económica, y pese a pertenecer a la comunidad afroamericana, le costará convencer a esos votos que se sienten más cómodos con las promesas republicanas.

La Convención será el 19 de agosto y la puja partidaria enfrenta a Biden-Clinton vs Obama.