Lázaro Báez, el empresario kirchnerista, regresó a Santa Cruz para cumplir arresto domiciliario tras ser autorizado por la justicia. Báez, condenado por lavado de dinero y otras causas, llegó acompañado por una comitiva de tres vehículos. Al ingresar a la provincia, una camioneta RAM de su convoy fue secuestrada por tener una orden de captura. Báez residirá en una de sus múltiples propiedades en Santa Cruz, donde empleó a más de 3000 personas durante su auge empresarial.
Báez ha cumplido parte de su condena en Buenos Aires, pero solicitó el traslado a Santa Cruz para estar cerca de sus hijos. Su retorno a la provincia estuvo marcado por la incautación de la camioneta y la expectación de los locales, quienes colocaron un pasacalle dándole la bienvenida. Agradeció públicamente el apoyo de aquellos que aún confían en su capacidad para generar empleo en la región. El empresario mantiene una condena confirmada por lavado de dinero y otras pendientes de revisión.
La capital de Río Gallegos amaneció con muestras de apoyo para Báez, quien podría alojarse en varias de sus propiedades en la provincia, incluyendo una chacra en Río Gallegos y otra en El Calafate. Las propiedades de Báez, allanadas en el pasado en busca de dinero oculto, están preparadas para su regreso. Báez enfrentó varios juicios por corrupción y apropiación indebida de fondos, pero aún mantiene influencia en la provincia debido a su pasado empresarial y conexiones locales.
Desde su detención en 2016, Báez ha sido una figura controvertida, tanto por sus vínculos con el kirchnerismo como por las acusaciones en su contra. A pesar de sus problemas legales, su retorno a Santa Cruz ha sido recibido con muestras de apoyo de algunos sectores, reflejando la compleja relación entre su figura y la comunidad local. La justicia continuará monitoreando su arresto domiciliario mientras se resuelven sus pendientes judiciales.