Está claro que el dólar es la nafta con la que puede sostenerse el modelo económico que impulsa el presidente Javier Milei. Sin embargo, esas divisas escasean, mientras el Banco Central vende reservas para sostener un esquema que, en cierta medida, disipe la volatilidad cambiaria de los últimos días. Sin embargo, aún falta reconstruir la confianza en el país de los impagos. Es lo que el ministro de Economía, Luis Caputo, trata de hacer con mensajes directamente dirigidos hacia los mercados, con el fin de enviar señales de que se encamina hacia la eliminación de las restricciones cambiarias, mientras la sociedad espera que la inflación siga cediendo, en medio de las turbulencias en los precios.

Milei, a su vez, también manda mensajes a los inversores. En el streaming del viernes a través de Neura, el jefe de Estado trató de brindar tranquilidad sobre el pago de la deuda, luego de que la cotización de los bonos no se recupera y el riesgo país sigue expectante. “Ya pagué los intereses y para el capital, si no podemos rollear, ya tenemos armadas las REPO ( un préstamo que involucra una garantía o caución) para el año que viene, para poder cubrirnos. Nosotros pagamos como sea, se van a dar cuenta de que somos solventes y se va a derrumbar la tasa de interés”, afirmó el mandatario, entrevistado por Alejandro Fantino.

Hace una semana, el presidente declaró tres condiciones para salir del cepo: 1) eliminar los pasivos remunerados, 2) resolver los “puts” (opciones de venta de títulos públicos) y 3) una inflación que converja al ritmo del crawling peg (la devaluación progresiva del peso al 2% mensual). En simultáneo, el ministro de Economía agregó que “el tipo de cambio libre va a ir a converger al oficial por la escasez de pesos, y ese va a ser el momento más indicado para salir del cepo”. De esta forma, a las condiciones de Milei se suma la necesidad de que el peso sea un bien escaso. En este sentido, las autoridades económicas anunciaron nuevas medidas monetarias. Aún más, Caputo reforzó su concepto de que el peso argentino será una moneda fuerte y, por esa razón, los ahorristas tendrán que desprenderse de los dólares.

En línea con la segunda etapa del plan del gobierno para salir del cepo, las autoridades económicas anunciaron el cierre de otra canilla de emisión: las compras del Banco Central (BCRA) en el Mercado Libre de Cambios (MLC).

Desde el comienzo de esta semana, la entidad monetaria venderá dólares al Contado con Liqui (CCL) para compensar la expansión de pesos producto de las compras de dólares en el mercado oficial. ¿Dejará de acumular divisas? En principio, no. Es que, dado que existe una brecha entre el tipo de cambio CCL y el A3500 (cotización mayorista), para que la entidad monetaria esterilice los pesos emitidos, deberá usar menos dólares que los efectivamente comprados en el MLC. Si la brecha fuera del 40%, el Central se quedaría (posterior a la compensación en el CCL) con el 30% de lo comprado, explica GMA Capital en su último reporte. La nueva regla monetaria no sólo funciona para moderar la expansión de la base monetaria, sino que también busca reducir de “arriba hacia abajo” la brecha. Sin embargo, “no existen almuerzos gratis”. El costo de la intervención es evidente: una menor acumulación de reservas, advierte el informe elaborado por los economistas Nery Persichini, Mauro Falcone, Mateo Carrasco y Franco Borchi. Es que ofrecer dólares en el mercado paralelo no era la única alternativa para “secar la plaza de los pesos”. Un ejemplo sería que el Tesoro realice más recompras de títulos públicos en cartera del BCRA (como ya ha hecho en otras ocasiones). Sin embargo, el costo de la esterilización hubiese recaído en el Tesoro, quien a partir del lunes pasará a hacerse cargo del pago de intereses de las LeFi (nuevo instrumento que remplazará los pases), puntualiza GMA.

Con la reglamentación de las LeFi, el BCRA le puso fecha de vencimiento a los pases pasivos, por lo que el siguiente gran paso era la resolución de los puts. Horas más tarde a la difusión del nuevo esquema monetario (la venta de dólares en el CCL), Milei adelantó que el miércoles se pondría fin a las opciones de liquidez. Así el BCRA invitó a los bancos a rescindir a los puts, ofreciendo a cambio pagar la prima (el costo de la opción) actualizada por inflación y ajustada por el tiempo remanente de la opción. Por último, en el transcurso de la rueda del jueves, la autoridad disminuyó la tasa de pases activos a 48% TNA (desde 60%), abaratando el costo de fondeo de los bancos y compensando la iliquidez de las posiciones.

Gracias a los incentivos, y las negociaciones del equipo económico para llegar a un acuerdo, el Central recompró el 78% del stock de puts. Los intermediadores financieros rescindieron sus opciones de liquidez por un valor de $ 13,2 billones ($ 10,9 billones de puts americanos y $ 2,3 billones europeos), así sólo quedaron remanentes $ 3,1 billones.

Baja de la brecha

El mercado mostró una rápida reacción ante los anuncios del nuevo esquema monetario. El CCL bajó más de $ 100 en la primera jornada de la semana, sólo con la expectativa de intervención del BCRA. Si bien el martes continuó la caída del CCL, este pareció encontrar un nivel más estable cercano a $ 1.300 durante la semana. Así, el gobierno logró el cometido de una fuerte reducción de la brecha. En las últimas semanas se habían observado niveles de 55% contra el dólar oficial y 32% contra el importador. Mientras tanto, el lunes se retornó a niveles cercanos al 40% y 20% respectivamente, similares a los vistos a mediados de junio.

Una reducción sustancial de la brecha frente al tipo de cambio importador podría traer cierta tranquilidad sobre las consecuencias de una salida del cepo. La posibilidad de un salto abrupto del tipo de cambio tras el levantamiento de los controles se reduciría, por lo que la actividad y los precios no se verían tan fuertemente afectados, indica GMA.

Por su parte, las restricciones cruzadas y el andamiaje del cepo que se extiende hasta el mercado financiero plantean la duda de que el CCL sea el “techo” del tipo de cambio oficial en un contexto con una cuenta capital más abierta. Más aún, si en el momento de salida se cuenta con menos dólares en las reservas por haber sido utilizados para bajar la brecha, el salto inicial.

Sobre el plan para levantar el cepo cambiario, Milei insistió en la importancia de alcanzar el equilibrio macroeconómico y dijo que su obsesión es “llevar la inflación a 0%”.

Sobre esta idea de convergencia de la tasa de inflación con el crawling, agregó: “en cuanto lleguemos a uno va a bajar a cero, y ahí puede pasar que quede el tipo de cambio fijo o que se vuelva libre. Hasta que no vea la inflación en cero no paro”.

Milei afirmó que si abría el cepo el primer día de gestión, le hubiera generado una hiper; “me armaban el saqueo de los supermercados y en enero ya no estaba más, me echaban toda la culpa a mí y ellos tenían un rebote como el que tuvo Néstor Kirchner”, remarcó. El Gobierno mantendrá el ancla fiscal, como se vino observando en el primer semestre del año.

Los logros fiscales parecen ya estar descontados por los inversores, mientras que éstos continúan pidiendo claridad en el frente cambiario. Al igual que en las últimas semanas, el mercado se encontró con un anuncio que le sabe a poco, alerta GMA Capital. Todo dependerá de la nafta que Milei consiga para que el modelo económico tenga más autonomía.