Aunque no hay consenso a nivel mundial para celebrar el Día del Amigo o Día de la Amistad, los argentinos parecen tener muy claro cuál es el día que homenajea a los que siempre nos acompañan. Peor, ¿cuál es el origen de esta festividad en el país?

Día del Amigo: tucumanos en búsqueda del regalo perfecto

La tradición más popular y clásica enseñó por años que el Día del Amigo estaba relacionado nada más que a la llegada del hombre a la Luna en 1969. Para ver el alunizaje del Apolo 11, muchos vecinos y negocios ofrecían sus televisores a los que no contaban con una. O al menos ese es el justificativo que se dio tradicionalmente a esta efemérides.

La otra historia del Día del Amigo

La versión menos conocida del Día del Amigo que empezó a circular hace algunos años es la del hombre de las 1.000 cartas. Todo empezó en Lomas de Zamora, Buenos Aires, con un odontólogo como protagonista: Enrique Ernesto Febbraro.

El mismo año del alunizaje, Febbraro emprendió su propio proyecto personal amistoso y envió 1.000 cartas a personas de diferentes países. "Al oír (que el hombre llegaba a la Luna), me pareció que era el momento ideal para lanzar el Día del Amigo", contó el odontólogo a Clarín en 2001.

Las cartas fueron redactadas en, al menos, siete idiomas. Febbraro hacía una distinción entre amistad y amigo y elegía esta última opción bajo el argumento de que "un amigo es alguien de carne y hueso".

Febbraro fue también locutor de Radio Splendid y, conmovido por las cartas que le enviaban sus oyentes, buscó la manera de retribuir el gesto. La historia tuvo un buen final porque al menos 700 personas contactadas por el odontólogo le enviaron una carta de vuelta.