En la esquina de San Martín y Maipú, en pleno microcentro tucumano, una mujer de fe inquebrantable y carisma desbordante se convirtió en el centro de atención, no solo por sus cinco relucientes dientes de oro, sino también por su profunda creencia en el Arcángel Uriel, el ángel de la prosperidad.

Con su distintivo look y un aura que parece irradiar luz, Rosa Gallardo compartió con LG Play su fascinante historia. "Creo mucho en el Arcángel Uriel, que es el ángel de la riqueza. Cada viernes, le pido por prosperidad y siempre me cumple. Como agradecimiento, siento que debo brillar, y qué mejor manera de hacerlo que con mis dientes de oro", relató Rosa con una sonrisa resplandeciente.

La peculiar historia de esta mujer no termina ahí. Con una mezcla de orgullo y humildad, mostró sus cinco dientes de oro. "Me saqué un diente para ponerme uno de oro, todo como una ofrenda al Arcángel Uriel. Es una forma de agradecerle por todas las bendiciones que he recibido", explicó.

Además de su devoción por Uriel, Rosa es una ferviente misionera de la Virgen de Schoenstatt y una creyente en los cuatro ángeles más poderosos: Uriel, San Gabriel, San Miguel y Rafael. "Desde chica, siempre he confiado en ellos. Hago mis oraciones y leo sobre los ángeles. Estoy rodeada de su protección", aseguró.

En su vida diaria, Rosa se dedica a montar stands y es promotora de diversas marcas, acompañada siempre por su fiel compañero, Ramiro, un perrito salchicha que, según ella, también es un ángel guardián. "Ramiro es mi ángel de cuatro patas. Siempre está conmigo, brindándome alegría y compañía", comentó.

Rosa también comparte una práctica especial que realiza diariamente: abrazar a su árbol de la vida, un imponente lapacho. "Cada día vengo y abrazo mi árbol. Le pido a la madre naturaleza que me cuide y me proteja de todo mal. Es un ritual que me llena de energía y me conecta con la vida", reveló con una mirada serena.

Al preguntarle cómo responde a los escépticos que podrían no creer en sus creencias y prácticas, Rosa es contundente: "Todo es creer en uno mismo. No me interesa si los demás creen o no. Yo sé en qué creo y todo lo que pido se me cumple. Eso es lo que importa". Así es Rosa Gallardo, una mujer que combina la fe, la tradición y un toque de extravagancia con sus dientes de oro.