Se cumplen 30 años del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a las 9.53, hora de la explosión, se realizó el acto central de la jornada recordatoria en la sede que en 1994 se convirtió en el objetivo de un ataque terrorista, sobre la calle Pasteur al 600, en el barrio de Once de Capital Federal. Hasta allí llegó el presidente Javier Milei para participar de la conmemoración. El jefe del Estado estuvo mezclado entre los familiares, en la calle. 

El presidente de la AMIA, Amos Linetzky, le hizo fuertes reclamos a la Justicia y el Congreso. “¿Cuántas décadas más van a pasar? ¡Hagan su trabajo!”, dijo.

“Hubo una pobre actuación de la fiscalía, que no generó avances significativos en los últimos 10 años”, continuó. Y agregó: “Al Gobierno le pedimos que la causa AMIA sea cuestión de Estado, que promuevan investigaciones para esclarecer el atentado”.

Antes del inicio del acto hubo alguna tensión porque colapsó el corralito donde están los familiares de las víctimas y los políticos cuando se produjo el ingreso de Milei. Hubo algunos gritos y reclamos para que haya más lugar para los familiares. A las 9.53 en punto sonó la sirena que recordó el momento de la explosión, se hizo un minuto de silencio y se inició el repaso de cada una de las víctimas fatales del ataque.

Como todos los años, la ceremonia es organizada por familiares de las víctimas y representantes de la mutual, quienes junto a otros representantes de la comunidad judía, como la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), encabezarán el homenaje a las víctimas del ataque y actualizarán su reclamo para que la voladura de la AMIA, que dejó un saldo de 85 muertes y cientos de heridos y que hoy no tiene responsables materiales- sea alcanzada por la Justicia.

El homenaje cuenta con la presencia del presidente Milei, quien transita una conversión al judaísmo, y está con su par paraguayo, el presidente Santiago Peña. Ayer, en el marco del homenaje, ambos mandatarios compartieron junto al presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, el panel de cierre de un seminario sobre terrorismo y seguridad, en el Hotel Hilton de Puerto Madero. El evento estuvo organizado por el Congreso Judío Mundial y el Congreso Judío Latinoamericano.

“No venimos a hacer más de lo mismo, sino a plantear un quiebre de lo que hicieron los otros gobiernos respecto a la causa”, planteó el jefe de Estado. “Se cumplirán tres décadas en la que la política y la Justicia fueron o bien cómplices y encubridores del crimen, o actores impotentes, que le dieron la espalda a la tragedia mientras los responsables salían indemnes”, agregó Milei

En esta ocasión, el lema que acompaña al acto recordatorio es “El terrorismo sigue, la impunidad también”. Entre los oradores se encuentra el presidente de la entidad, Amos Linetzky, y el familiar de una de las víctimas, en representación de todas ellas. Linetzky reclamó justicia y renovó su esperanza con el gobierno libertario.

Desde la campaña electoral, Milei no dejó de dar señales de acercamiento y apoyo a Israel y la comunidad judía. Su primer viaje al exterior, luego de asumir, incluyó un encuentro con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, visita en la que anunció su disposición a trasladar la embajada argentina desde Tel Aviv hacia Jerusalén, y de calificar como organización terrorista a Hamas, luego de su ataque al sur de Israel.

Mientras el traslado de la embajada parece estancado, Milei cumplió con la segunda promesa el viernes, cuando el Gobierno llevó a cabo el anuncio formal de la incorporación de Hamas al listado, un antiguo reclamo de las instituciones de la comunidad judía que continúa el camino iniciado por el gobierno de Pro, cuando se generó la adhesión argentina a los listados internacionales de organizaciones terroristas, y se incorporó allí a Hezbollah, responsable según la Justicia del ataque de julio de 1994.