Las heladas de los últimos cuatro días hicieron estragos en cañaverales que, secos e inflamables, se transformaron en potenciales focos de posibles incendios. Algunos comenzaron a suscitarse en esta semana, sumergiendo en una nube de humo a pueblos y ciudades del sur tucumano. Ayer el problema se dio en Villa Quinteros y Concepción, mientras que el domingo al atardecer, en Aguilares. Este último siniestro, desatado en cañaverales del este del municipio, fue enorme y  desató el enojo de pobladores. “En la ruta no se veía casi nada. Lo afortunado fue que el tránsito era escaso, si no, podría haberse producido algún accidente. En la ciudad casi no se podía respirar por el aire contaminado. Por alguna razón se suscitó un incendio de cañaverales secos”, contó Dardo Aguirre, vecino de esa ciudad. “Algo se tiene que hacer para evitar que Tucumán se convierta en un infierno en agosto, el mes de mayor sequedad”, advirtió. La preocupación tiene su origen en el hecho de que los incendios de pastizales, rastrojos y cañaverales se comenzaban a producir a partir de mediados del mes venidero. Ahora este problema, que se constituye en un drama ambiental, se adelantó casi 30 días. “Las heladas fueron tremendas con temperaturas mínimas entre cero  y tres grados durante más de 10 horas- Así las cosas, en agosto habrá focos de incendios por todos lados. Algunos serán  intencionales o accidentales. Pero todo hace prever que no darán respiro”, advirtió el cañero Rolando Campos, de Amberes. “Las cañas han sufrido daños severos, sobre todo en los brotes. Salvo en contados lotes, de sectores bajos y húmedos, puede haber caña semilla que sobrevivieron o se recuperen. Sin embargo es dramática la situación en la mayoría de los lotes. Es donde las plantas se exhiben blancas”, añadió el productor.

Agustín Guillén, de la Unión de Cañeros del Sur, dijo que en tiempo de seca es “muy perjudicial para el productor la quema de caña”. En ese sentido, observó que “lo único que está resguardando la humedad de la raíz son las chalas. Si la quemamos se produce un deterioro importante en los niveles de rendimiento y de protección del suelo en vista al rebrote” explicó. Precisó además que la caña cosechada con integral y quemada no es permitida en los ingenios.  Sin embargo  observó que “las de cosecha semimecanizada, que es un procedimiento antiguo y que se la realiza con machetes, es permitida y se quema en forma controlada y con las plantas caídas. Aunque no genera problemas, es de un porcentaje muy reducido” añadió.

Bomberos en alerta

La dotación de bomberos voluntarios de Concepción es una de las que más se ve obligada a intervenir en incendios de cañaverales. Suman más de un medio centenar cada año, con las erogaciones consecuentes que les genera el desplazamiento de móviles y personal. En estos días se comenzaron a dar intervenciones  propias de agosto. Ayer fueron a sofocar un incendio de cañas generado al este de Concepción.