Existen algunas acciones que realizamos, incluso de forma inconsciente, que afectan al organismo como por ejemplo comerse las uñas. Desde el Instituto Mayo Clinic señalan que las uñas son parte de la piel y deben cuidarse mucho para evitar infecciones.

El mal hábito de comerse las uñas, conocido con el nombre onicofagia, puede darse a distintas edades, aunque tiene un 30% de presencia en niños, un 45% en edad adolescente y un 10% en personas mayores de 35 años, según datos difundidos por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

Los especialistas de la salud señalan que comerse las uñas es un hábito negativo para la salud en general. Esta costumbre no solo puede causar daños en las uñas sino que también impacta en los dientes, en la salud digestiva, en la respiración y hasta a nivel mental, según destaca la dermatóloga Lourdes Navarro Campoamor, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Así lucen nuestras uñas cuando las comemos Hola

¿Te comes las uñas?: seis problemas de salud genera este hábito

Conviene saber cuáles son las contraindicaciones y riesgos para la salud de mantener esta costumbre:

Infecciones: el daño que podemos causar en los dedos al morder las uñas da lugar a que bacterias y hongos ingresen y generen infecciones

Impacto psicológico: puede tratarse de un mecanismo ante situaciones de ansiedad y estrés por lo que mantener este hábito puede perpetuar el malestar psicológico

Desarrollo de trastornos psicológicos: esta costumbre puede asociarse a trastornos de ansiedad o al trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) por lo que la consulta con un profesional es necesaria

Problemas digestivos: al comernos las uñas ingerimos bacterias, hongos e impurezas a nuestra boca y estómago, incrementando las posibilidades de padecer infecciones digestivas

Problemas dentales: este hábito puede dañar los dientes, desgastarlos y hasta alterar su alineación

Problemas respiratorios: si las bacterias presentes en las uñas llegan al sistema respiratorio pueden aumentar las probabilidades de sufrir infecciones como amigdalitis o faringitis