Desde siempre, las artes marciales han tenido exponentes importantes en Tucumán; principalmente el judo, de la mano de tres olímpicos: Emmanuel y Rodrigo Lucenti, y Eduardo Costa. Pero el karate también tiene lo suyo. En los últimos años, Gonzalo Navarro sumó medallas internacionales y lo mismo consiguió en las últimas semanas Lisandro Fontana, un joven de apenas 14 años que ya se plantea grandes objetivos.
A fines de junio, en Santa Cruz de la Sierra, se disputó el Campeonato Sudamericano. Y allí, en su primera experiencia internacional en esta categoría 70kg Cadetes (14-15 años), Fontana se quedó con la medalla de oro. Pero no fue su primer éxito ni tampoco su primera vez representando a Argentina.
“El año pasado había sacado el bronce en el Panamericano U14”, le cuenta a LA GACETA, dejando en claro que viene siendo el habitual dominador de su categoría a nivel nacional. Este año ya se impuso en las dos primeras fechas de los circuitos argentinos, la última de ellas el pasado domingo.
“Haber ganado nos dio una felicidad enorme a mí y a mis viejos que me acompañaron. No lo esperaba porque recién estaba entrando en la categoría, pero me tenía muchísima confianza y sabía que podía ganar”, revela Fontana, que ganó cuatro peleas en su camino a la final: derrotó a un karateka peruano en octavos, a un brasileño en cuartos, a un venezolano en semifinales y a un boliviano en la final.
La experiencia de competir a nivel internacional, aseguró Lisandro, es muy enriquecedora. “Es muy lindo relacionarse con gente de otros países porque conocés otras culturas. Viajar es muy lindo”, señala.
Gracias al karate, además de varios puntos de Argentina, ya pudo conocer Santiago de Chile (por el Panamericano del año pasado) y ahora una de las ciudades más atractivas de Bolivia.
La historia de Fontana en las artes marciales, pese a su corta edad, es de larga data. De hecho, lleva ya una década. Comenzó a practicar karate a los cuatro años. “Yo quería hacer algún deporte, entonces mis viejos me llevaron a la Federación Tucumana de Karate, que es también donde me entreno ahora. Me gustó y cuando ya tuve más conciencia de lo que quería hacer, decidí quedarme con el karate”, recuerda.
¿Qué es lo que le atrajo de esta arte marcial? “Tiene un estilo que podés socializar mucho y también te hace trabajar bastante y te mejora el tema de defensa personal. Es un camino que tenés que seguir y no lo terminás nunca; dura toda la vida. Ese estilo de vida me atrajo”, detalla.
El adolescente, que alterna sus entrenamientos los cinco días de la semana por la noche y sus dos sesiones semanales de gimnasio con su vida escolar en el colegio Gymnasium, donde pasa todas sus mañanas (y también algunas tardes), cuenta la importancia que tuvo Gonzalo Navarro, referente nacional del karate, en su crecimiento. “Comencé a entrenarme con él y con los chicos más grandes en 2022. Me ayudó un montón eso. Él es re paciente, y con él comencé a mejorar muchísimo. Estoy muy agradecido porque cuando comencé yo no le servía a él para los entrenamientos, pero igual me ayudó y me hizo mejorar. Por la experiencia que tiene, me enseñó un montón de cosas”, destaca.
Todavía sin un futuro académico definido para cuando termine la secundaria (no tiene pensado qué estudiará), Fontana sí tiene en claro sus objetivos más inmediatos en el mundo del deporte. El primero de ellos será el Panamericano en San Pablo, Brasil, a fines de octubre; un torneo que puede ser clave para darle un boleto para el Mundial Juvenil que se disputará en octubre, en Venecia.
“Para el Mundial no es que clasificás, sino que tenés que estar en la Selección y ahí tenés la posibilidad de que te elijan. Como no llevan a tantos karatekas para eso me tendría que ir bien en el Panamericano”, explica. Por eso está la importancia de un buen resultado que respalde sus títulos nacionales y sudamericanos. “Mi sueño es participar en el Mundial”.
Pero en el proceso que tiene por delante a nivel juvenil, tiene un sueño más: llegar a los Juegos Olímpicos de la Juventud. La cita será en Dakar, Senegal, en 2026; evento al que llegaría con 16 años. Por eso, sus próximos resultados internacionales pueden abrirle el camino y una participación mundialista sería clave porque, además, el certamen en Venecia otorgará cupos directos para los Juegos de Dakar.
Pero más allá de lo que suceda en cuanto a su desempeño en las competencias, Fontana tiene decidido seguir con el karate durante el tiempo que pueda. “Si bien personalmente me enfoco más en lo deportivo, el karate es para todo porque tiene su parte del estilo de vida. Quiero seguir con esto que me gusta mucho”, concluye Lisandro, que sueña en grande, acorde a sus logros recientes.