El ejercicio es una parte fundamental de cualquier plan de tratamiento para la diabetes. Ayuda a mejorar los niveles de azúcar en sangre, además controla el peso y potencia en estado físico general.

Sin embargo, Mayo Clinic explica que para hacer ejercicio de manera segura, algunas personas con diabetes necesitan registrar su nivel de glucosa sanguínea antes, durante y después de la actividad física. Esto muestra cómo responde el cuerpo al ejercicio. Además, puede evitar los cambios en el nivel de glucosa sanguínea, que son peligrosos.

La infusión que favorece la producción de insulina y ayuda a regular el azúcar en sangre

"Comer un refrigerio con carbohidratos de digestión lenta después de hacer ejercicio puede ayudar a evitar una caída en el nivel de glucosa sanguínea. Algunos ejemplos de refrigerios incluyen una barrita de granola, una mezcla de frutos secos y frutas deshidratadas", recomienda la entidad sin fines lucro.

Los ejercicios que ayudan a bajar la azúcar en sangre alta

Antes de entrar en materia, hay que destacar que cada persona es un mundo y que los ejercicios pueden variar en función de las posibilidades y las limitaciones del individuo. Aun así, los expertos recomiendan estos ejercicios para regular el azúcar en sangre:

Caminata: es una forma suave y efectiva de ejercicio. Intenta caminar al menos 30 minutos al día, preferiblemente después de las comidas, ya que esto puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre.

Ejercicios aeróbicos: incluye actividades como correr, nadar, andar en bicicleta o hacer aeróbicos. Estos ejercicios ayudan a quemar calorías y mejorar la sensibilidad a la insulina.

Entrenamiento de resistencia: incluye levantamiento de pesas, ejercicios con bandas de resistencia o ejercicios corporales como flexiones y sentadillas. El entrenamiento de resistencia aumenta la masa muscular, lo que puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre al mejorar la captación de glucosa por parte de los músculos.

Yoga: el yoga puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la flexibilidad y promover un estilo de vida saludable en general, lo que puede tener un impacto positivo en los niveles de azúcar en sangre.

Tai chi: esta forma de ejercicio combina movimientos suaves y fluidos con técnicas de respiración profunda y relajación. Puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre.