El Gobierno, a través de la Secretaría de Energía y el Banco de la Nación Argentina (BNA), está a punto de lanzar nuevas líneas de financiamiento para fomentar la eficiencia energética en hogares, comercios e industrias pyme. Este programa permitirá a los usuarios residenciales adquirir electrodomésticos como aires acondicionados, lavarropas, heladeras y cocinas con créditos a cinco años y tasa fija, con un monto máximo de hasta $15 millones. Además, se ofrecerán 24 cuotas sin interés para operaciones de menor importe, con el objetivo de reducir el consumo energético y aliviar el impacto de los aumentos tarifarios recientes.

El paquete de financiamiento incluye créditos a 10 años para industrias, comercios y pymes, destinados tanto a la adquisición de electrodomésticos eficientes como a posibles refacciones que optimicen el consumo energético. Aunque no se ha especificado la tasa de interés, se aclaró que los créditos para usuarios residenciales tendrán una tasa dos puntos por debajo de la aplicada a pymes e industrias. Estos créditos estarán disponibles a través de los canales presenciales y virtuales del BNA.

La "Tienda BNA" actualmente ofrece 18 cuotas sin interés para electrodomésticos con calificación energética "A", y con este nuevo plan, se ampliará a 24 cuotas sin interés. Los productos disponibles, que son los de mayor consumo hogareño, como aires acondicionados, lavarropas, heladeras y cocinas, tienen precios que oscilan entre $500.000 y $1.500.000. Este esquema busca mitigar el impacto de las tarifas de electricidad y gas, que han aumentado considerablemente en el primer semestre del año.

El Gobierno también se ha mostrado preocupado por el impacto de las tarifas en los hogares más vulnerables y en las pequeñas y medianas empresas. Las etiquetas de eficiencia energética, que son obligatorias y fáciles de identificar, juegan un papel crucial en esta iniciativa, ya que permiten a los consumidores elegir productos que consumen menos energía. La medida se enmarca en un contexto de aumentos tarifarios superiores al 400% en electricidad y al 1.000% en gas, lo que ha generado facturas más abultadas y una mayor presión sobre los presupuestos familiares y empresariales.