Pese a que ayer el termómetro marcó durante todo el día una de las jornadas más frías registradas en el año, una larga fila se formaba en la entrada del Teatro Municipal Rosita Ávila minutos antes de las 19. Decenas de seguidores se dieron cita con el filósofo, ensayista, traductor y poeta Santiago Kovadloff en un nuevo Ciclo de Conferencias organizado por LA GACETA.

El escritor porteño -quien se autoreconoce como un tucumano con pasaporte- arribó a la provincia para presentar la tercera reedición de su libro “Lo Irremediable”. De la mano de Jorge Daniel Brahim, intercambió opiniones sobre filosofía y pensamiento crítico.

Quienes asistieron a la presentación de la tercera reedición de su libro se llevaron algo mucho más valioso que una charla sobre su última obra. Durante más de una hora, los espectadores disfrutaron de una charla filosófica donde pudieron reflexionar acerca del significado de la vida, la muerte y la constante construcción de la identidad a través del pensamiento. Además disfrutaron la lectura de algunos de los poemas escritos por el intelectual.

“¿Qué es el pensar? ¿Qué es preguntar?”, comenzó a cuestionarse el célebre escritor antes de referirse a la última reedición de su libro. “El pensamiento es ante todo hijo del desconcierto. Pensar es atreverse a incursionar en asuntos sobre los cuales no tenemos una respuesta establecida”.

Kovadloff destacó lo naturalizado que tenemos los seres humanos la capacidad de pensar y asombrarnos, al punto de pasar por alto el hecho de que es una característica que ningún otro ser vivo que habita el planeta lo tiene. Para el escritor el poder pensar nos conecta directamente con nuestra identidad. El tener la habilidad de cuestionarnos, preguntar, asombrarnos y reflexionar, nos ayuda a cada individuo a construir su identidad durante el viaje de la vida.

“Los demás seres vivos están predeterminados por su estructura biológica para poder sobrevivir. El hombre, en cambio, es un ser inconcluso, que está hecho a medias. Está en falta porque no terminó de construir lo que quiere ser, especialmente desde el punto de vista espiritual. El ser que quiere algo, es un ser inconcluso porque tiene un proyecto de identidad más que una identidad construida. El hombre está roto porque no está completado, porque es capaz de advertir algo que no había visto y vivir la perplejidad del descubrimiento”, meditó.

La identidad judía

La construcción de la identidad es un tópico que Kovadloff tiene como norte. Durante su extensa carrera, el filósofo estudió internamente qué significa ser judío luego de haber abandonado su país cuando era pequeño y cuál fue el trabajo interno que realizó. Mientras el público lo escuchaba atentamente, habló sobre el exilio que sufrió el pueblo judío, cómo repercutió la diáspora y las maneras en las que se interpreta el judaísmo vinculados al nacionalismo. “La creación del Estado de Israel puso fin a la fatalidad de la diáspora. Hasta ese momento los judíos no tenían otro modo de sobrevivir que identificándose con otros países o sitios en los que vivían; a veces lo hacían con resignación y otras con motivación. Lo cierto es que lo ineludible de la diáspora finaliza con la creación del Estado de Israel. A partir de ese momento los judíos pueden recuperar su identidad nacional, si así lo desean. Israel con su creación, introduce en el escenario judío la posibilidad de elegir si uno quería ser judío con nacionalidad israelí o ser judío con la nacionalidad de otro país. Recién allí se tuvo la posibilidad de elegir. La creación del Estado de Israel, desde el punto de vista de la identidad judía, reintrodujo la elección y terminó con la fatalidad del exilio”.

El autor abordó la relación entre la religión y la política y habló de la ruptura que se viene produciendo entre Estado y religión desde el siglo XVIII y la irrupción de la ideología política. “La religión pasó a ser una posibilidad subjetiva, individual y sectorial y el Estado un interés colectivo que abarcaba la totalidad de los ciudadanos sea cual fuere su credo. La secularización introdujo en la sociedad actual una seudoreligión: la ideología política. La política al absorber la responsabilidad de redimir al mundo mediante las ideologías de turno se terminó convirtiendo en una forma de seudoreligiosidad”, planteó.

Luego de una hora de charla, el escritor finalizó la conferencia leyendo algunos versos de sus poemas, con los cuales aprovechó para referirse a la muerte. Antes de recitar las estrofas de “Los últimos cielos”, hizo bromas relacionadas con su edad y reflexionó sobre la vida y las despedidas. “Despedirse es algo hermoso; saber decir adiós y tener conciencia plena de que uno tuvo lo suficiente de manera agraciada permite hablar de los últimos cielos”, dijo mientras causó una fuerte ovación por parte de los espectadores.

La Alianza Francesa distinguirá a Kovadloff

En el marco de la celebración de la Fiesta Nacional de Francia, que se desarrolla en conmemoración de los 235 años de la toma de la Bastilla, la Alianza Francesa y la Fundación Cartier brindarán un reconocimiento al destacado pensador Santiago Kovadloff. Desde las 11 de hoy, en Mendoza 257, se hará el acto en el cual entregarán a Kovadloff la distinción “Paul Groussac”. Luego, se realizará un brindis en honor al homenajeado. El agasajo servirá, también, para coronar los festejos por el centenario de la Alianza Francesa en Tucumán.