Su voz es suave y pausada pero firme, porque al hablar del tema en el que se destaca no desea que a sus palabras se las lleve el viento, sino que calen hondo en cada uno de aquellos que la escuchan. La hermana Berta Meneses nació en España y hoy recorre el mundo para compartir su experiencia como maestra zen, en un viaje que la depositará el próximo en una charla abierta en nuestra provincia.

“La conferencia tiene un tema muy importante dentro de la práctica de meditación zen, que es la compasión, y sobre todo, cómo llevar esta realidad, esta experiencia profunda a la vida cotidiana y a las múltiples encrucijadas con la que nos enfrentamos”, explicó la religiosa católica en diálogo con LA GACETA.

“La idea es poder aprender y sacar el mejor fruto o lo mejor de nosotros mismos en cada una de esas circunstancias  a través de la práctica zen”, destacó.

Sabiduría y compasión

Para la hermana Berta el beneficio más profundo del zen, que se define como una práctica de meditación, es el desarrollo de dos ámbitos importantes para la vida como lo son sabiduría y la compasión.

“Estos dones se muestran como si fueran las dos alas que nos permiten volar en la vida. Por lo tanto, para mí, el fruto más importante es llegar a experimentar esa sabiduría que no deja de ser el conocimiento profundo de uno mismo”, indicó.

“No las falsas identificaciones que tenemos a veces, sino la esencia verdadera de cada uno de nosotros”, aclaró y continuó: “la sabiduría es saber quién soy yo, pero no simplemente explicando mi currículum, sino eso que es infinito, que no se muere, como se suele decir cuando uno ya no está”.

“Y después, el otro aspecto que ha cambiado completamente mi vida es la implicación en el vivir cotidiano, en la que te toca de tu trabajo, de tu familia, de tu ámbito cercano y el de la sociedad en la que vives”, agregó Meneses.

Su fe católica

Durante sus declaraciones, la hermana Berta señaló que no tuvo que encontrar un equilibrio entre las enseñanzas del zen y su fe.

“La esencia del cristianismo, si se mide y se valora no solo las prácticas y las estructuras que tiene, sino también su esencia mística, no es diferente de la esencia mística de una práctica como el zen”, aseveró.

“Son las creencias a veces o los dogmas lo que nos separa, pero no lo esencial. Y por lo tanto, tú puedes mantener tus creencias budistas o tus creencias cristianas o tus creencias islámicas o judías, y hacer una práctica como esta”, desarrolló Meneses.

“El zen lo que hace es descubrir la esencia de tu naturaleza y de la naturaleza divina o búdica, que no es diferente”, comentó.

La real importancia

¿Hay recursos o quizás algunos libro que la hermana recomiende para introducirse en el mundo del zen o para profundizar la continuidad de esta práctica en la vida diaria? Durante esta consulta, la espoñola quiso hacer una aclaración.

“Hay que destacar que el zen se define como una práctica, no es una teoría. Entonces, los libros a veces señalan a veces, otras mal, por dónde tienes que practicar pero lo importante es la práctica, no es el libro”, afirmó.

“También hay que mencionar que existen publicaciones cuyos libros son bastante superficiales,  por lo que no tocan el núcleo de la práctica ni el núcleo del ser humano. Entonces, generalmente se suele decir que no es la lectura la base de la disciplina”, advirtió la hermana.

“No obstante hay muchos de nosotros que hemos empezado justamente porque leímos algo que al leerlo nos ha tocado el alma y eso nos ha hecho ponernos a practicar”, reveló luego.

“Es la práctica la que transforma porque es una experiencia y como todo en la vida se experimenta o no se sabe”, reflexionó.

“Entonces yo podría hablar de libros, como por ejemplo uno de introducción que se titula “Zen”de Katsuki Sekira, o puede ser “Zen y vida cotidiana” de Charlotte Joko Beck, o un libro mío que se llama “Zen, una manera de vivir”, porque lo que sobra es literatura, y lo que falta es práctica”, sentenció.

Sobre la cita

Escuchar las experiencias de la maestra zen en Tucumán podrá realizarse en un evento abierto y gratuito el 17 de julio, que de todas formas requiere inscripción online para una mejor organización.

El encuentro está pactado para realizarse a las 18.30 en el Colegio de Bioquímicos, ubicado en Avenida República del Líbano 978, San Miguel de Tucumán.