Para Marcelo Ayala, la grandeza no se mide en centímetros. Tampoco le quedó lejos el cielo del fútbol: “Pelón” ganó todo lo posible con la Selección de talla baja. Copa América, Eurocopa y Mundial figuran dentro de su palmares, que hace inflar el pecho de todos los vecinos de Amaicha del Valle y Santa María. Claro; el futbolista, de 1.42 metros, se convirtió en un símbolo y ejemplo de superación para la comunidad.
Como en la mayoría de los hogares argentinos, Ayala nació con una pelota bajo sus pies. Sí; él era uno de los tantos chicos que añoraban imitar a sus ídolos y, por qué no alcanzar la gloria eterna. Pero, el camino no iba a ser tan ascendente ni lineal. A los cinco años, empezó a entrenar en San Ramón de Los Zazos, un club que forma parte de su identidad. “Jugué ahí hasta los 18 años y llegué a estar en la tercera división. Era delantero, pero por lo general era suplente. Dejé porque sabía qué después me tocaba jugar en otro nivel. El fútbol 11 es diferente al futsal”, comentó “Pelón”, de 31 años, que se encuentra instalado en Santa María, Catamarca.
“No quería vivir solo en los Zazos. Además, estoy haciendo un curso de carpintería que dura un año. Lo quería hacer para despejarme un poco del deporte, porque entre los entrenamientos y los viajes te cansas mucho. No quería que mi cabeza solo este en eso”, agregó. “Ya hice dos ofladores para hacer las ‘tapitas’ de empanadas. Ahora estoy armando una pala para sacar pan del horno”, añadió.
Ayala asegura que no recibió burlas por su estatura. “Nunca sufrí bullying en la escuela ni en el fútbol. Mi gente de los Zazos siempre supo que era talla baja y ahora empezaron a conocer el fútbol de esta categoría”, indicó, aunque si recibió una que otra crítica a la que no le hizo caso. “Había gente que no estaba conforme con que juegue en San Ramón. ‘Como va a jugar un enano en tercera división. No puede jugar’, decían. Pero no le daba lugar”, recordó.
El deporte de talla baja le llegó como un rumor, que inmediatamente desestimó. “Me acuerdo que un grupo de amigos me comentaron de la existencia de la Selección de talla baja. No le creía. Pensaba que era una broma. Pero un día haciendo las compras por Amaicha, se acercó ‘Marcelito’ y me dijo que en Catamarca había personas interesadas en hacer un equipo de talla baja; que me habían visto jugar en Santa Mónica y querían ver si me sumaba a eso. Entonces le pasé mi número. A la semana, ‘Maxi’ Inga me mandó un mensaje para ver si me sumaba al seleccionado de esa provincia y desde hace tres años que estoy con ese equipo”, explicó, mientras comento que entrenan los fines de semana en San Fernando del Valle de Catamarca.
El cariño se potenció con los logros de la Selección de talla baja. Tal es así que, después de conquistar la Copa América 2022, los pobladores de los Zazos le dedicaron un mural en su honor. “En ese torneo, hice nueve goles en seis partidos y salí goleador del torneo. Entonces, la gente del club me hizo ese homenaje”, dijo. La gran actuación individual no fue el único motivo que enorgulleció a Ayala. “Era la primera vez que jugaba un torneo con la Selección y era la primera vez que viajaba a Perú. Me llamaba mucho la atención ver a chicos de la estatura mía representando a sus países en este deporte que tanto nos apasiona. Todo eso me emocionó y lloré mucho después de que salimos campeones”, dijo.
El logro revolucionó los valles Calchaquíes. Uno de ellos era campeón del mundo y nadie quería perder la oportunidad de felicitar al “gigante” Ayala. “Me recibieron en Ampimpa y empezó una caravana grandísima como de 100 autos que iban detrás mío. Me acuerdo que tenía una bandera de San Ramón que me puse a revolear e iba saludando a toda la gente que pasaba por el costado de la ruta”, expresó Ayala.
También recordó la Copa del Mundo 2023 que se disputó en Buenos Aires. “Solo jugué dos partidos. Me acuerdo que se armó un problema porque los árbitros que nos dirigieron no sabían el reglamento del fútbol de talla baja. Eso hizo que todos los demás equipos se quejen de la situación”, comentó sobre la polémica final frente a Paraguay, que finalizó 3-1. “Ellos querían seguir jugando, pero no en Argentina. Querían que la final se jugará en Bolivia. Pero, después de unas reuniones y que ellos dejaran la cancha, nos dieron a nosotros la Copa”, indicó.
Ayala, en tanto, habló sobre los futuros desafíos de la Selección de talla baja. “Hace poco volví de Corrientes, porque entrenamos allá. Nos dijeron que querían hacer la Copa América, pero que no teníamos los recursos para hacerlo. También estaba la posibilidad de hacerla en Paraguay, pero no quieren hacer nada después del Mundial. Entonces, nos dijeron que no vamos a jugar un cuadrangular”, explicó.
Por último, Ayala dejó en claro que aspira a seguir en la Selección. “Voy a jugar hasta los 36 años. Todavía quiero seguir ganando y logrando otras copas. Pero también quiero que otros chicos tengan oportunidades”, cerró el delantero, con la esperanza de seguir conquistando logros con la “albiceleste”.