Hoy, 9 de julio, día de la Independencia argentina, Tucumán no solo celebra la libertad de la nación, sino también el legado de una de sus hijas más ilustres: Mercedes Sosa. La "Negra", como cariñosamente se la llamaba, cumpliría 89 años; y su voz, inconfundible y poderosa, sigue resonando en el corazón de todos aquellos que encuentran en su música un refugio, un llamado a la lucha y una celebración de la identidad.
Mercedes nació en Tucumán en 1935, un destino forjado entre las montañas y el folclore que más tarde definiría su carrera y su vida. Desde muy joven, su talento la llevó a ganar un certamen radial organizado por LV12 bajo el seudónimo de "Gladys Osorio". Pero fue en la década de 1960 cuando su verdadero nombre empezó a brillar con fuerza en el firmamento musical argentino.
Como parte del "Movimiento del Nuevo Cancionero", Mercedes Sosa se convirtió en la voz de una generación que buscaba reflejar la vida cotidiana y las luchas del pueblo argentino a través de la música.
En 1965, su presentación en el "Festival Folclórico de Cosquín" con "Canción del derrumbe indio" marcó un antes y un después en su carrera. La reacción del público, que aplaudió antes de que terminara la canción, fue un presagio de la profunda conexión que su música establecería con la gente. Desde entonces, "La Negra" no solo cantó, sino que elevó su voz como un grito de justicia y esperanza, desafiando las adversidades y la censura de tiempos oscuros en Argentina.
Un día como hoy nacía Mercedes Sosa: cómo fue el concurso en una radio tucumana donde mostró su talento por primera vezSus discos, como "Yo no canto por cantar", "Para cantarle a mi gente", "A que florezca mi pueblo" y "Vengo a ofrecer mi corazón", no solo vendieron copias; contaron historias, denunciaron injusticias y ofrecieron consuelo. Con cada canción, Mercedes invitaba a la reflexión, a la acción y al compromiso social, rompiendo barreras y llevando la música folclórica a rincones del mundo que nunca habían escuchado hablar de la Pachamama o del Chacarero.
La carrera de Mercedes Sosa fue adornada con numerosos reconocimientos, desde ser declarada "Ciudadana Ilustre de Tucumán" hasta recibir la "Orden del Mérito de la República Federal de Alemania" y la "Medalla al Mérito Cultural del Ecuador".
Su último trabajo, "Cantora", es un testimonio de su relevancia y capacidad para unir generaciones, interpretando 34 canciones a dúo con destacados artistas iberoamericanos. Y, como un acto final de amor a su patria, la última canción de su último disco oficial fue el "Himno Nacional Argentino".
El 4 de octubre de 2009, Mercedes Sosa dejó este mundo. La multitud que la despidió en el Congreso Nacional fue una muestra de su impacto y de cómo su voz, su lucha y su compromiso habían calado hondo en el alma del pueblo argentino. Hoy, recordarla es no solo celebrar su música, sino también renovar el compromiso con los valores que ella defendió: la justicia, la igualdad y la libertad.
Mercedes Sosa no fue solo una cantante; fue y sigue siendo un símbolo de resistencia y esperanza. En cada aniversario de su nacimiento, y especialmente en esta fecha patria, su figura se erige como un faro que ilumina el camino de quienes creen en un mundo más justo y solidario. Su legado es un recordatorio de que la música, cuando nace del corazón y está impregnada de verdad, tiene el poder de cambiar el mundo.