“A partir de hoy dejo el Consejo de Asesores del Presidente. Quiero agradecer al Presidente @JMilei (Javier Milei) por la gran oportunidad de participar en este Consejo como también a @dreidel1 y al resto de sus miembros. Les deseo a todos el mayor de los éxitos”.

Así, con pocas e incluso repetidas palabras el economista Fausto Spotorno renunció al Consejo asesor presidencial, que hasta hoy integraba junto con el jefe del mismo, el físico, matemático y economista Demián Reidel y los economistas Ramiro Marra, Eduardo Bastitta, Ariel Coremberg y Miguel Boggiano.

La suerte de Spotorno, quien durante muchos años se desempeñó como economista jefe del Estudio OJF, de Orlando Ferreres y Asociados, tal vez estaba echada desde hace tres semanas, más precisamente el domingo 16 de junio, cuando en una entrevista en “Radio con Vos” de Buenos Aires calificó el programa económico del actual ministro de Economía, Luis Caputo, como “de transición”, al cabo del cual vendría uno “más mileísta”.

“Veo bien la foto de la economía. Esto es un programa económico claramente de transición, incluyendo una parte de la ley Bases. Me parece que aquel que piensa que esto es un éxito y cambia la Argentina de punta a punta, diría que no, le falta”, expresó, consignó Infobae.

Y dijo también: “Habilita cosas como el RIGI, que pueden ser herramientas que pueden andar pero hay que ver cómo se ejecutan”.

Las declaraciones de Spotorno probablemente incomodaron, no sólo al equipo económico de Caputo, sino también al gobierno en su conjunto, en la medida que echaba una sombra de duda sobre la estabilidad y las perspectivas políticas de una figura clave como el ministro de Economía. Justamente, en una etapa en que el mercado había empezado a dar señales negativas (aumento del dólar y del riesgo país, dificultades del Banco Central para hacerse de dólares) y un importante número de economistas profesionales criticaban la solidez de la política económica, la sostenibilidad de la política cambiaria (en particular, del “crawling peg” o pauta de aumento del dólar oficial al 2% mensual, muy por debajo de la tasa de inflación) y el diferimiento por tiempo indefinido del levantamiento del cepo y de la reducción de tributos como el impuesto PAIS y las retenciones a la exportación.