Las fechas patrias siempre son motivo de celebración y conmemoración para el pueblo argentino, sobre todo en las instituciones educativas que funcionan a lo largo y ancho del país. El 9 de Julio no sólo no es la excepción sino que, en Tucumán, tiene un condimento que lo hace más especial debido a su contenido y significado histórico. Es por esto que el equipo docente trabaja año tras año para reinventar el acto tradicional y para buscar nuevas formas de analizar junto a los alumnos qué significa el concepto de “independencia”. La pedagoga María de la Paz Yabraian, en diálogo con LA GACETA, reflexionó sobre cómo se vive esta fecha en las aulas y cómo trabajan cada año junto a los estudiantes para que no pierdan el interés por la efemérides.
- ¿Cómo se vive el 9 de Julio en el ámbito educativo?
- Es la fecha patria más importante, el acto al que todo el cuerpo directivo, docente y alumnos le pone más empeño porque, si bien para todos los argentinos es importante, para los tucumanos tiene un plus de protagonismo. Entonces creo que las palabras que lo caracterizarían serían la alegría, las canciones, hacer actividades o proyectos que resignifican la fecha, qué es ser un pueblo soberano e independiente y volver a mirar a los próceres y a quienes nos han dado la posibilidad de la libertad.
En el último tiempo eso se expandió, no sólo en los próceres tradicionales como Belgrano o San Martín, sino que entraron en juego el rol de la mujer, Güemes y otros personajes que la historia tradicional había olvidado. En este último tiempo se renovó el clima en el ámbito escolar.
- ¿Sigue funcionando el acto tradicional?
- El acto escolar fue un tema de análisis de distintas disciplinas. Y el acto tradicional fue muy criticado. Se analizaron mucho los hitos y rituales tradicionales patrios. Lo que intentamos hacer, por lo menos en las instituciones donde trabajo, es que además de hacer el acto formal uno busca hacer actividades reflexivas en el aula. Además buscamos incluir en el acto tradicional proyectos interdisciplinarios, que los estudiantes participen y que puedan aprender de una manera más práctica, no sólo escuchando a un docente exponer.
Creo que el acto tradicional tiene que estar, si bien el calendario del Ministerio de Educación lo requiere como una formalidad, creo que tiene importancia la fidelidad del acto, entonar las estrofas del Himno Nacional, escuchar un discurso que tenga que ver con la reflexión. Me parece que la clave está en comprometer a los chicos, en motivarlos y que ellos sean protagonistas de ese acto; que no sea un acto elaborado por los docentes sino que el docente sea un guía y que los chicos puedan expresarse.
- ¿Se mantienen las tradiciones? ¿Fue necesario cambiar parte del festejo para evitar la pérdida de interés por parte de los alumnos?
- Creo que la propuesta de los actos requieren una renovación año a año. El avance de la tecnología y los docentes que van cambiando requieren ir renovando las propuestas de las clases y de los actos.
Sí hay tradiciones que se mantienen, como el baile del pericón en el 9 de Julio. En una escuela rural, hasta en la más céntrica y urbana, se baila el pericón. Es una hermosa tradición que está presente en los actos y de la que todos quieren participar. Muchos esperan el acto de 9 de Julio, sobre todo los alumnos de sexto año, porque son a quienes les toca bailar en esa fecha.
Creo que se mantienen tradiciones pero sí se renuevan las propuestas sobre cómo abordar el acto. Podemos hacer un encuentro patrio, una kermés, un proyecto audiovisual, salir a la calle a regalar escarapelas y a hablar con los vecinos, entre otras actividades. Hay tradiciones que se mantienen y propuestas que año a año se van renovando para poder impactar como comunidad educativa a la sociedad en general.
- ¿Pensás que tendría que volver a realizarse el tradicional desfile escolar en el parque 9 de Julio o en la Ppaza Independencia?
- Los desfiles fueron criticados por un sector ideológico y político porque venía de una tradición con un sesgo negativo que trajo el tema militar después de la dictadura. Creo que hay que ver qué es lo que nos une como pueblo y como tucumanos. Si el desfile es un motivo de juntarnos, bienvenido sea. Creo que el desfile que vale la pena es en el que las escuelas son las protagonistas, de manera que se pueda valorar el rol de los alumnos, los docentes y la comunidad educativa en general. Va más allá de desfile sí o desfile no, sino que va desde dónde lo hacemos, con qué finalidad y quiénes participan.
- ¿Qué significa el término independencia para los alumnos?
- Trabajamos en las aulas sobre el qué significa ser un pueblo independiente y se lo analiza desde distintos aspectos. Tanto desde los aspectos académicos como qué significa ser hoy un pueblo independiente desde lo económico, lo político y lo social y qué significa ser independiente como ciudadano.
Con los adolescentes tuvimos mucho diálogo respecto a las votaciones, sobre cuáles son la obligaciones y derechos como ciudadanos. Es una reflexión que siempre trae a juego lo que es la independencia. Es analizar cómo sostenemos con responsabilidad la independencia que conquistamos y como ciudadanos cómo aportamos a seguir siendo un pueblo independiente y cuáles son las amenazas que tenemos como argentinos a nuestra independencia o a la libertad que se ha logrado.