Los Juegos Olímpicos de París 2024 prometen ser un hito en la historia del evento deportivo más grande del mundo, no solo por la competencia y el espectáculo, sino también por su compromiso con la sostenibilidad y la ecología. En este esfuerzo por hacer de los olímpicos más ecológicos hasta la fecha, los organizadores optaron por una medida polémica: no instalar aire acondicionado en las habitaciones de los atletas.
En cambio, implementaron un sistema de tuberías de agua subterráneas para mantener las habitaciones frescas. Esto hace que se limite la temperatura a no más de 26 grados Celsius, incluso en condiciones de calor extremo.
Esta decisión generó preocupaciones en algunas federaciones, como el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (Usopc), que está equipando las habitaciones de sus atletas con unidades portátiles de aire acondicionado. Según ellos esta medida se justifica como una "decisión de alto rendimiento", enfatizando la importancia de mantener condiciones óptimas para los atletas durante su preparación y competición.
El equipo estadounidense eligió adquirir aire acondicionado para los atletas a través del Comité Olímpico Internacional (COI). Estos aparatos serán devueltos una vez concluidos los Juegos.
La justificación de los organizadores de los Juegos Olímpicos 2024
Los organizadores enfatizaron su compromiso con la sostenibilidad ambiental. Las habitaciones de los atletas se diseñaron de esta manera para reducir las emisiones de carbono mediante tecnología de suelo geotérmico.
Aunque Con más de 14,000 atletas esperados durante los Juegos Olímpicos y otros 8,000 para los Juegos Paralímpicos, la temperatura se convierte en un factor crítico para el bienestar y el desempeño de los competidores.
Entonces, esta decisión plantea un dilema que pone en vilo a todos: ¿Priorizar el rendimiento deportivo o minimizar el impacto ambiental?
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