En el contexto de la Copa América 2024, la labor de los policías adquiere una dimensión especial. Mientras los hinchas se sumergen en la emoción de los partidos, los efectivos deben mantener la seguridad y el orden en diversas zonas de nuestra provincia, desde plazas y calles hasta los barrios más alejados.

En ese sentido, la instancia de cuartos de final de la Copa que se desarrolla en Estados Unidos todavía no está causando el efecto “Qatar 2022” con calles totalmente vacías. Habrá que ver qué sucede el martes cuando se dispute una de las semifinales.

Durante los partidos, la mayoría de los policías en servicio admiten que se enteran del resultado por los gritos de los vecinos o porque alguien pasa escuchando o viendo el partido en un celular. Una de las policías en servicio le comentó a LA GACETA: “La mayoría se tiene que aguantar. Cuando somos dos o tres en handy ponemos en alguna radio el partido y los otros siguen en frecuencia. Pero más que nada para saber si hay un gol o si es una instancia muy decisiva”, remarcó cuando la pregunta apuntaba a cómo hacían los policías fanáticos del fútbol para no perder la concentración durante el trabajo.

Por ahora, el movimiento de personas no varía significativamente durante estos partidos. “A la noche baja mucho la presencia por aquí, por la zona. Esta plaza tiene mucha gente que viene a hacer deportes o a pasear a los hijos. Pero ahora por el frío bajó la concurrencia”, menciona otro efectivo subrayando cómo la dinámica de la ciudad cambia según el horario del partido y las actividades cotidianas.

La distribución del personal policial es clave para garantizar la seguridad en diferentes áreas. “Generalmente hay policías cada tres cuadras aproximadamente. En las plazas hay tres o cuatro y en el microcentro un poco más. En los barrios tienen otra organización; hay más efectivos de la motorizada”, explica un agente, destacando la estrategia variada según la zona.

Es una obviedad, pero el amor por el fútbol está presente en muchos de los policías y que como en muchos otras profesiones deben resignarse a seguir los partidos a la distancia, o mejor dicho a un grito de balcón. “A mí me gusta mucho el fútbol pero me banco escuchar los gritos nomás. Por ahí no sabés si va 0-0 o si la Selección va perdiendo”, comenta un fanático de Atlético que vive en Simoca y que aprovechó el encuentro con nuestro diario para referirse a un tema de estado en el “decano”. “Lo vi estos días a ‘Pulga’ entrenándose en Unión Simoca. Yo espero que vuelva, está con ganas y no dejó de entrenarse nunca”, agregó.

Sin embargo, para otros, el fútbol no es una prioridad; lo que facilita su concentración en el trabajo. “No me gusta el fútbol así que no me afecta. Los varones son más futboleros”, afirma otra policía que recorría el microcentro.

Mientras “Licha” en Houston pone el 1-0, un grito desaforado pone en aviso que la Scaloneta pudo vulnerar la resistencia ecuatoriana. “¿Cómo van?”, pregunta un policía y saca tímidamente el celular de un bolsillo. “Ganamos 1-0”, se responde solo. La notificación de Google facilita la investigación, ni siquiera tuvo que desbloquear el aparato.

Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los efectivos es a la prevención de delitos mientras la atención de la población está centrada en el televisor “Hay gente mala que sale a hacer daño cuando todos están distraídos. Generalmente buscan atacar los autos”, advierte un policía ubicado en Villa 9 de Julio.

Los agentes entrevistados relatan que su motivación para ingresar a la fuerza varía desde seguir una tradición familiar hasta buscar una salida laboral. “Hacemos turno de 8 horas, nosotros somos de la última camada de ingresos; por muchas cosas somos policías. Por lo general es porque tienen familia en la fuerza; otros por vocación y algunos sólo por salida laboral. Pero el que lo hace sólo por esto después se termina enamorando de la tarea”, explica uno de los agentes.

A pesar de las distracciones y de los desafíos que estos eventos conllevan, los policías demuestran su compromiso y adaptabilidad en una sociedad ultra futbolera. Su rol en estos momentos es fundamental y está claro que, al menos durante este torneo, su vocación y responsabilidad está por encima de todo.